SOMOS 5000 EN TELEGRAM INGRESA AQUÍ
🌏︎ FOR INTERNATIONAL BUYS CLICK HERE ✈

HURTOS DE CLIENTES BANCOLOMBIA MODALIDAD PHISHING

EL COLOMBIANO 25 MARZO 2007
Miguel Barrientos se volvi? investigador por un fraude

El defensor del cliente dice que no puede hacer m?s de lo que determina la ley. Es solo un intermediario ante el banco.
Bancolombia asegura que advirti? a los clientes del peligro de los falsos mensajes que llegan desde distintas partes.
Perdi? m?s de nueve millones de pesos por contestar un correo electr?nico falso (phishing), una nueva modalidad delictiva.

Por
Uriel Cardona Mart?nez
Medell?n

Miguel Barrientos Valencia fue cliente de Conavi por muchos a?os y nunca tuvo problema alguno ni con sus cuentas ni con las tarjetas, hasta que lleg? la integraci?n de esta entidad con Bancolombia, el pasado 30 de noviembre.

Igual le sucedi? a Carolina Botero y a muchos clientes de la entidad bancaria, a quienes hoy tienen de Herodes a Pilatos y de Pilatos a Herodes, buscando qui?n les d? una respuesta por el dinero que les robaron a trav?s de un fraude electr?nico.

El caso de don Miguel es como de telenovela pero sin un final feliz, hasta ahora.

A partir del 30 de noviembre supo que lo que era antes Conavi ya era Bancolombia y, as?, le empezaron a llegar sus extractos y con la nueva imagen del banco.

El 17 de diciembre recibi? un correo electr?nico de Bancolombia en el que le indicaban que, por la integraci?n y la implementaci?n de la nueva plataforma tecnol?gica, deb?a ingresar y actualizar sus datos.

Confiado en que verdaderamente era un mensaje de Bancolombia, y al ver que ven?a con la nueva imagen corporativa de la entidad, don Miguel ingres?, digit? su c?dula y su clave y le apareci? su extracto. Sali? de la p?gina de Internet y sigui? con sus actividades normales en la tienda de mascotas que tiene en Llanogrande.

El 19 de diciembre, dos d?as despu?s, se dio cuenta, al querer hacer una transacci?n, que le hab?an robado 9 millones 700 mil pesos a trav?s de traslados virtuales.

Ah?, empez? su viacrucis.
Lo primero que hizo fue llamar a la l?nea de atenci?n al cliente del banco, donde tras escuchar su reclamo le dijeron que le responder?an en cinco d?as. Sin embargo, por razones que ignora, la respuesta nunca lleg?.

Luego acudi? a la gerencia de la oficina donde ten?a sus cuentas y tampoco le dieron una respuesta clara. Lo enviaron al Centro Empresarial Olaya Herrera, donde funcionan las oficinas de reclamos y de seguridad bancaria de Bancolombia pero, para su sorpresa, se encontr? que es “un b?nker”, donde no est? permitido el acceso a particulares y tampoco pudo presentar su denuncia. Son tres puertas blindadas y en la primera le dijeron que hiciera el reclamo por escrito a trav?s de Domesa.

Acudi? al Defensor del Cliente del banco, pero fue poca la ayuda que recibi?. Decidi?, entonces, presentar su denuncia ante entidades oficiales. Acudi? a la Superintendencia Financiera y solicit? una respuesta sobre c?mo y a d?nde hab?a sido transferido su dinero.

Al mismo tiempo, puso la denuncia en la Fiscal?a, pero all? se encontr? con que no existe personal especializado en esta nueva modalidad de delitos electr?nicos, as? que decidi? investigar por su propia cuenta.

La plata, en Barranquilla
Bancolombia le respondi? a la Superintendencia Bancaria y en la copia que recibi? Miguel Barrientos encontr? que su plata fue transferida a una cuenta en Barranquilla, a nombre de Alex Manuel Ahumada, quien hizo el retiro del dinero el mismo 19 de diciembre.

Con sus propias investigaciones, Barrientos Valencia descubri? que la direcci?n de computador de la que le enviaron el mensaje fue de una sala de navegaci?n de la Universidad de Antioquia y que las transferencias de los 9 millones 700 mil pesos se hicieron desde M?xico, Canad? y Chile, donde obviamente ?l no pudo estar al mismo tiempo, pues “que yo sepa, no tengo el don de la ubicuidad”.

Adem?s, se consigui? el extracto de la cuenta de Alex Ahumada, en el que aparecen, por esos mismos d?as, m?s traslados electr?nicos de otras cuentas y retiros inmediatos por ventanilla.

Miguel Barrientos no ha logrado que le devuelvan su dinero y sus denuncias ir?n m?s all?, hasta lo penal, pues considera que Bancolombia nunca fue claro con los clientes de Conavi y que no los previno del posible fraude electr?nico.

Asegura, adem?s, que al banco le robaron su nuevo logo e imagen corporativa y que no ha hecho nada por denunciarlo, a pesar de que es el primer afectado.

Considera tambi?n que Bancolombia es el responsable de los perjuicios que pueda sufrir el cliente por fallas en su seguridad, robo, sustracci?n o traslados virtuales.

“Es al banco al que le violaron su seguridad no a los clientes”, enfatiza Barrientos.

En la misma situaci?n est? Carolina Botero, a quien el primer d?a de la fusi?n, despu?s de haber respondido un correo de los mismos le robaron m?s de dos millones de pesos.

“Anunciamos con tiempo”
Augusto Restrepo, director de la Unidad de Canales de Bancolombia, no duda en afirmar que desde mediados del a?o pasado se dieron cuenta de este nuevo delito, cometido a trav?s del phishing, y que desde septiembre empezaron a alertar a los clientes, tanto de Conavi como de las dem?s entidades del grupo, que se estaban presentando estos ataques.

“Los anuncios se hicieron y se mantienen a trav?s de canales como la l?nea de atenci?n al cliente, cajeros autom?ticos, Internet y el sistema escrito que se llama En Cuenta, mensualmente, desde agosto, y no hemos parado de hacerlo. Hemos advertido a los clientes de lo que se est? presentando y de no entregar los datos confidenciales, como la clave, el n?mero de cuenta y de tarjeta, a personas de ninguna naturaleza ni por ning?n medio. La clave no se puede transferir. La clave es personal y el banco nunca pide esos datos”, enfatiz?.

Respondi? que Bancolombia no ha demandado el robo de su logo porque no sabe qui?n lo est? atacando y que, en el caso de la persona que recibi? el dinero en Barranquilla, la denuncia est? en la Fiscal?a y la cuenta ya est? bloqueada.

El banco, dijo, est? tomando todas las medidas de seguridad incluso con mecanismos internacionales.