La contaminación por plásticos es algo que se empieza desde el momento en que los plásticos se tiran sin hacer recogida selectiva o cuando tiramos un papel al suelo, que a su vez, cae en una alcantarilla. Todos estos plásticos, por aire o por lluvia, acaban en los ríos, y los ríos desembocan en el mar, donde luego, todas las corrientes los arrastran a la isla de plástico.
La isla de plástico es una acumulación de desechos plásticos que se sitúa en el medio del Pacífico, entre California y Japón, donde las corrientes marinas atrapan los residuos. Se estima que tiene un tamaño de 1.400.000 km² (tres veces la superficie de España) y tiene una profundidad de 10 m. Este basurero oceánico se caracteriza por tener concentraciones excepcionalmente altas de plástico suspendido y otros desechos que han sido atrapados por las corrientes del giro del Pacífico Norte (formado por un vórtice de corrientes oceánicas). A pesar de su tamaño y densidad, el lote de basura oceánico es difícilmente visible mediante fotografías satelitales y no es posible localizarlo con radares. Se encuentra inmóvil porque es un punto de convergencia entre corrientes marinas.
La isla de basura fue predicha en 1988 y fue descubierta en 1997. Según asegura un informe de Greenpeace , el remolino oceánico de desechos es una de las áreas más estudiadas de acumulación de plástico en nuestros océanos. Está compuesto por todo tipo de elementos, desde pequeños trozos de restos de plástico hasta grandes redes a la deriva procedentes de la industria pesquera. La isla de basura se compone en un 80% de plástico y pesa más de 3,5 millones de toneladas.
La isla de plástico se encuentra en aguas internacionales, por lo que ningún país asume la responsabilidad de una situación tan grave, ya hay dos expediciones que han analizado la magnitud del problema, una de ellas por parte del instituto de oceanografía de la universidad de California con el apoyo de la fundación Káiser, el director de esta organización baraja la posibilidad de convertir el mar de plástico en combustible, la idea es remolcar la isla hacia un planta para su posterior reciclaje.
Entre otras cosas han encontrado un aberrante número de aves muertas debido a la ingestión de plásticos, todos los organismos marinos que se encuentran en la zona afectada tienen este mismo problema, y es que del agua analizada se han desprendido datos tan alarmantes como que por cada parte de plancton hay seis de plástico, no hay que decir que estos organismos contaminados acaban luego en nuestra mesa, ya que el plástico es 100% no biodegradable, así que se va fragmentando y los peces lo confunden con comida.
Se estima que puedan estar afectadas a unas 300 especies marinas, que incluyen el 86% de tortugas marinas, el 45% de las aves y el mismo porcentaje de mamífero marinos. Jeringuillas, cigarrillos y cepillos de dientes han sido encontrados en los estómagos de muchos animales muertos.
Sería una gran idea que todos los seres humanos tomásemos la iniciativa de formar parte de un nuevo movimiento de responsabilidad hacia nuestro maravilloso mundo, que, ahora con pruebas factibles (que no aparecen en todos los medios de comunicación como asuntos de gran importancia) de que la Tierra está empezando a convertirse en un nuevo vertedero de sus propios habitantes.
