Para reforzar mi firme posición y tras regresar de mi periplo por Sudamérica, la pregunta más recurrente por parte de mis amigos fue: ¿Cuál es el país que más te ha gustado del continente? Yo siempre respondí con entusiamo que se trataba de¡Colombia!, mostrando con orgullo la pulsera tricolor que todavía porto en mi muñeca derecha. ¿Por qué? Las razones os las “regalaré” a continuación.
1. La gente.
En el restaurante “Andrés carne de res”. |
El primer punto y quizá el más importante para decantarme por este país son sus habitantes, los colombianos. Aunque fueran víctimas infaustas de su propio pasado durante muchos años, son y han sido gente afable, amigable, simpática y cercana, sabedores de que necesitan cambiar el rumbo y la fama de un país que hasta hace poco arrastraba un cartel plagado de adjetivos negativos, entre los que se encontraba el peor que puede tener un país que buscar atraer al turista extranjero: el de peligroso.
Aguardiente Antioqueño |
Aunque los trabajadores colombianos disfrutan de sólo 15 días hábiles de vacaciones remuneradas al año por ley, se ven premiados, por otro lado, con una gran cantidad de días festivos (feriados): 18, los cuáles sitúan a Colombia como el país con más feriados del mundo.
Puede que no haya conocido a gente más educada, amable y con un acento tan embelesador en el mundo como la colombiana. Sí, sé que existen muchísimos acentos diferentes dentro de Colombia, pero todos ellos me resultan seductores. Cuando pides algo en un restaurante siempre te responden con un ‘¡a la orden!’ como si fueras un capitán y estuvieran a tu servicio. Les agradeces el trabajo y ellos todo lo hacen ‘¡con gusto!’. Usan palabras comochévere o bacano para expresar que algo les gusta de verdad y lo más gracioso es que cuando ellos van a una tienda o a un restaurante usan la expresión ‘¿me regalas?’para pedir las cosas. Esta expresión puede llevar a malentendidos con otros hispanohablantes como fue mi caso y me preguntaron si les regalaba mi bolígrafo, sin saber que lo que realmente querían era que sólo se lo prestara unos minutos. Otros modismos que pueden dar lugar a la confusión son: ¡¿qué más?’ sinónimo de ¿Cómo estás? o ‘¡qué pena!’ a la hora de pedir disculpas o perdón.
Bandejica Paisa |
Colombia es un país muy barato para aquel que llega con su cartera occidental. Tanto el transporte como la alimentación son bastantes asequibles y es que hay que tener en cuenta que a pesar de los continuos avances y desarrollos del país, todavía sigue existiendo abismales diferencias sociales. Por poner un ejemplo, el salario mínimo mensual para el 2014 se fijó en $318 (616.000 Pesos colombianos), es decir, poco más de $10 al día.
La cocina nacional colombiana es tan variada que cada región tiene una manera propia de preparar la comida. Entre los platos tradicionales que no puedes dejar de probar se encuentran la bandeja paisa de Antioquía (fríjol, chorizo, huevo, arroz, chicharrón), el ajiaco santafereño de Bogotá (sopa de pollo), el sancocho del Valle del Cauca y de la ciudad de Cali (sopa de plátano, papa, yuca y carne/pollo), los tamales de Tolima (harina de maíz rellenos con zanahorias, papas, arroz, pollo/cerdo, arveja envueltos en hojas de bijao), las empanadas (fritura de masa de maíz rellena) o las 75 variedades de arepas (una especie de torta de maíz que se puede rellenar con lo que quieras). Otras de las cosas que más disfruté fueron los numerosos puestos callejeros en los que se podían adquirir a muy buen precio empanadas, arepas, jugo de caña de azucar o un sinfín de deliciosas frutas que eran utilizadas en la elaboración de exquisitos jugos y sorbetes.
Los colombianos saben ganarse el cariño de la gente haciendo que se rindan al embrujo de un buen menú; usando dichos populares como “conquistar por el estómago” o como más inmediata consecuencia el de “barriga llena, corazón contento”.
Tayrona National Park |
Colombia, la nación del realismo mágico, es un país diverso como pocos: es el 25º país más grande del mundo, gozando de infinidad de climas y paisajes diferentes; tiene la segunda población más grande de hispanohablantes del mundo (sólo después de México); es el principal productor y exportador de rosas del mundo; es uno de los mayores productores de café del mundo; es uno de los países más ricos en diversidad biológica y cultural, cuenta con numerosos lugares declarados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, entre los que se encuentra el conjunto monumental de Cartagena de Indias o el Carnaval de Barranquilla.
En el mes que pasé en Colombia logré visitar la ajetreada Bogotá, las impactantes minas de sal de Zipaquirá, el festivo Medellín durante la Feria de las Flores, la pintoresca y colorida Cartagena y relajarme en su cercana Isla Barú, además de Barranquilla, Santa Marta y el exuberante Parque Nacional de Tayrona; pero soy consciente de que me quedaron cosas por ver y no tengo la más mínima duda de que volveré.
Cartagena de Indias |
A pesar de lo explicado arriba, visitar Colombia sigue generando temor en muchos viajeros y probablemente se deba a que todavía existan incómodas reminiscencias sobre el más que cruento pasado reciente del país, y más en concreto sobre las FARC, la Guerra contra el narcotráfico, el cártel de Medellín y su archiconocido lider Pablo Escobar. Pero si los colombianos nos demuestran, con su incomparable modo de disfrutar de la vida, que consiguieron pasar página y superar ese lóbrego pasado, los viajeros que aún tengan algún género de dudas sobre si viajar o no a este país deberían tomar nota de este post y no vacilar ni un solo segundo más.
Porque como dice la campaña de las autoridades nacionales de turismo de Colombia; “el riesgo es que te quieras quedar”.