En medio de la gran fanfarria con la que en el verano pasado el gobierno de Canadá renombró a la Real Fuerza Aérea Canadiense, se olvidó designar un acrónimo en francés, junto al inglés RCAF (Royal Canadian Air Force), según trascendió a la prensa de correos electrónicos entre oficiales de la aviación.
En el apresuramiento de solucionar el fallo consideraron usar FARC, por Force d’Aviation Royale Canadienne, sin darse cuenta de la desafortunada similitud con las siglas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Canadá pertenece a la Mancomunidad Británica de Naciones y la reina Isabel II de Inglaterra es su soberana. De allí que su fuerza aérea sea “real”.