Un juez de Tampa, Florida, ordenó el pago de una indemnización de 318 millones de dólares a los tres contratistas estadounidenses que fueron secuestrados en Colombia cinco años por las Farc.
Sin embargo, el dinero de la indemnización no saldrá de las arcas del Estado colombiano, sino de las cuentas que han sido confiscadas por narcotráfico en 21 bancos de los Estados Unidos.
Los contratistas norteamericanos entablaron la demanda el 12 de noviembre del 2009 contra 87 integrantes de las Farc poco después de haber sido rescatados por el Ejército colombiano en la Operación jaque.
En su fallo, el juez de Tampa, Florida, ordenó el pago de la indemnización con los dineros de las cuentas confiscadas a narcotraficantes colombianos en Estados Unidos, teniendo en cuenta que muchas de estas cuentas están ligadas a las FARC, consideradas las mayores productoras y comercializadoras de la droga que llega a territorio estadounidense.
Como se recuerda los contratistas, Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves, fueron secuestrados en el Caquetá cuando el avión en que se movilizaban fue derribado por las Farc.
