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¿Cuando se originaron los besos?

¿Cuando se originaron los besos?

Nadie sabe con certeza cuándo descubrieron los humanos que el contacto boca a boca podía utilizarse para el romance y el placer erótico, pero los científicos informaron en mayo de 2023 que la gente se besa desde hace al menos 4.500 años.
Según los investigadores, miles de tablillas de arcilla de Mesopotamia han llegado hasta nuestros días y sus referencias a los besos arrojan luz sobre la intimidad romántica en el mundo antiguo.


Besos apasionados

Hasta ahora, los testimonios más antiguos de besos se atribuían a los Vedas, un grupo de textos de las escrituras indias que datan de alrededor del año 1500 a.C. y son fundamentales para la religión hindú. Uno de los volúmenes, el Rig Veda, describe a personas que se tocan los labios. Los besos eróticos también aparecen con gran detalle en otro antiguo texto de la India: el Kama Sutra, una guía del placer sexual que data del siglo III d.C. Por tanto, los eruditos modernos llegaron a la conclusión de que los besos románticos probablemente tienen su origen en la India.
Los humanos no son los únicos animales que se besan, también lo hacen nuestros parientes primates más cercanos. Los chimpancés (Pan troglodytes) intercambian besos a modo de saludo. En el caso de los bonobos (Pan paniscus), los besos forman parte de sus frecuentes juegos sexuales; copulan cara a cara y a menudo se dan “intensos besos con lengua”, escribe el primatólogo Frans B.M. De Waal, biólogo del comportamiento de la Universidad Emory de Atlanta.

Es posible que los besos románticos evolucionaran en los primates como una forma de evaluar la aptitud de una pareja potencial, “a través de señales químicas comunicadas en la saliva o el aliento”, escribieron Arbøll y Rasmussen.

El beso y la “droga del amor”

También el beso es un intercambio de información sensorial. Además, como nuestros labios están llenos de terminaciones nerviosas sensibles, cuando dos personas se besan se disparan todo tipo de hormonas.

Incluso un ligero roce de los labios puede resultar muy agradable, y estimula cambios fisiológicos en nuestro cuerpo que provocan esas sensaciones. Uno de ellos es la dopamina, una sustancia química del cerebro que se estimula cuando hacemos algo que nos hace sentir muy bien.