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Comprimir en formato FLAC

A la hora de escuchar un tema en el computador, el formato que ha demostrado su dominio en prácticamente todas partes, ha sido el MP3. Su difusión y compatibilidad lo han mantenido en la cresta de la ola durante años, y ni los más pesimistas se atreven a decir cuándo va a finalizar su reinado. Pero hay otros formatos, que si bien no pueden competir en reputación, pueden hacerlo con mejor calidad. Este es el caso del FLAC.

FLAC significa Free Lossless Audio Codec, y a diferencia de otros formatos como el MP3, FLAC no genera pérdida en su proceso de compresión. Existe mucha gente allá afuera que habla verdaderos horrores del formato MP3, especialmente por su costumbre de descuartizar música a medida que la comprime. La única manera en que el formato MP3 puede lograr tasas de compresión con un promedio de 10 a 1, es eliminando datos durante la operación, los cuales generalmente son imperceptibles para el oí­do humano. Sin embargo, el método de FLAC es completamente diferente. En vez de usar un serrucho en aquello que supuestamente no podemos oí­r, FLAC conserva cada bit existente en una pista de audio, manteniendo su integridad tal y como existe en el CD de audio original.

Esto le otorga a FLAC un pro y un contra. El pro, sin lugar a dudas, es que se convierte en el formato por excelencia si alguien desea tener un respaldo digital extra de un CD de audio (o varios, el usuario pone el lí­mite), y no quiere sacrificar ni una gota de calidad en el proceso. Podrá escuchar y conservar esos temas, sin riesgo a ningún deterioro del disco original, manteniendo la calidad que existe en el mismo. Pero su contra, y tal vez es lo que aún lo mantiene fuera del radar, es el tamaño final de los archivos. El conservar cada bit de una pista de audio tiene sus consecuencias, y en el mejor de los casos, FLAC apenas puede lograr una compresión entre 1.5 y 2 a 1, contra el promedio de 10 a 1 de un MP3.

Por esta razón es que FLAC está orientado casi exclusivamente a quien antepone la calidad por sobre cualquier otra cosa. Si eres de los que no mira dos veces al espacio en disco, y busca la máxima pureza de audio posible, entonces deberí­as usar FLAC para conservar tu música. Para hacerlo, puedes descargar el codificador junto a un frontend, desde lapagina oficial: http://flac.sourceforge.net

Fuente: http://www.neoteo.com