La antigua galaxia Firefly Sparkle es precursora de galaxias como la Vía Láctea. (Mowla et al., arxiv, 2024)
Las galaxias gigantes que vemos hoy en el Universo, incluida nuestra propia Vía Láctea, comenzaron siendo mucho más pequeñas. Las fusiones a lo largo de los 13.700 millones de años del Universo formaron gradualmente las galaxias masivas de hoy. Pero es posible que hayan comenzado como meros cúmulos de estrellas.
En un esfuerzo por comprender las galaxias más primitivas, el JWST ha examinado su luz antigua en busca de pistas sobre cómo se volvieron tan masivas.
El JWST puede efectivamente retroceder en el tiempo cuando el Universo tenía solo alrededor del 5 por ciento de la edad actual. En ese pasado lejano, las estructuras que con el tiempo llegarían a ser tan masivas como la Vía Láctea, e incluso más grandes, tenían sólo alrededor de una décima parte de la masa que tienen ahora.
¿Qué pistas puede descubrir el poderoso telescopio espacial infrarrojo que nos muestren cómo las galaxias crecieron tanto?
Un nuevo artículo presenta observaciones JWST de una galaxia con un corrimiento al rojo z~8,3. Con ese corrimiento al rojo, la luz ha estado viajando durante más de 13 mil millones de años y comenzó su viaje sólo 600 millones de años después del Big Bang .
El JWST encontró diez cúmulos separados en la galaxia que muestran cómo la galaxia está creciendo a través de fusiones. (Mowla et al.2024)
La galaxia, llamada Firefly Sparkle, contiene una red de cúmulos estelares masivos que son evidencia de cómo crecen las galaxias.
El artículo se titula ” The Firefly Sparkle: The Early Stages of the Assembly of A Milky Way-type Galaxy in a 600 Myr Old Universe “. El autor principal es Lamiya Mowla, astrónomo observacional y profesor asistente de Física y Astronomía en Wellesley College. El artículo está en preimpresión y aún no ha sido revisado por pares.
“El Firefly Sparkle proporciona un estudio de caso sin precedentes de una galaxia similar a la Vía Láctea en las primeras etapas de su ensamblaje en un Universo de sólo 600 millones de años”.
De Mowla et al. 2024
