Cómo nos han cambiado la vida la tecnología y la convergencia digital! Esto ha implicado muchos cambios en la forma en que vivimos, sin mencionar específicamente lo que han significado los computadores y la tecnología en la manera de hacer cosas en nuestra vida diaria.
Hay cambios que nos obligan a levantar barreras de defensa, pues, mediante el uso de equipos o de ingeniería social, que es la manipulación de las personas para obtener información que permita entrar a sistemas y robar información o dinero, se están cometiendo delitos que representan botines mucho mayores que los obtenidos mediante robos manuales.
Hay que tener gran precaución cuando se contestan correos electrónicos en que se pide información, o se llenan formularios en sitios de Internet. Buena parte pueden constituir permisos legales para poder usar los datos confidenciales que se suministran muchas veces para mortificarle a uno la vida con llamadas o para cometer delitos con esa información.
Un ejemplo son los portales en el ciberespacio que ofrecen servicios o productos gratis por un tiempo específico, pero que exigen, para poder usarlos, la tarjeta de crédito. Mucho cuidado, pues en el texto que suministran sobre el uso del servicio o producto y en la forma como se pagan esconden en letra menuda sus verdaderas intenciones. Para cancelar antes de que se venza el período de prueba y no pagarles, obligan al usuario a hacer muchos clics en enlaces escondidos, lo que hace difícil este proceso y lleva a que se exceda el tiempo gratis. Muchas veces se cancelan, pero aparece en el extracto de la tarjeta de crédito un pago, y toca llamar a un call center, donde las demoras son eternas, para hacer el reclamo.
Así como hay ciudades en las que se debe saber por dónde se puede caminar de noche o en dónde se puede usar el celular sin que se lo raponeen, en el mundo digital también hay que tomar precauciones, pues los delincuentes informáticos se aprovechan del poco conocimiento del uso de la tecnología o de la poca conciencia de los usuarios sobre los delitos que pueden ocurrir en el ambiente cibernético.
¿La justicia estará capacitada para enfrentar a estos delincuentes informáticos? No creo. ¿Cómo se les puede pedir esto a jueces que se niegan a tener juzgados sin papel, todo digitalizado y sistematizado? Este es un buen reto para la nueva Ministra de Justicia y los que vengan. Porque hasta ahora lo que se ve en la justicia colombiana es desconocimiento total de este tema. Por eso, no es raro que nuestra justicia esté en el fondo de la tabla de imagen de las instituciones del país.
Guillermo Santos Calderón
