‘Mi Sangre’ tendría el control de los combos en Medellín y sacó a sus jefes naturales.
Con un ‘voz a voz’ entre los integrantes de los combos que hacen presencia en las comunas de Medellín y una intimidante visita a transportadores y comerciantes en el centro de la ciudad, Envigado e Itagüí, los ‘Urabeños’ empezaron a marcar territorio en el valle del Aburrá.
Este trabajo personalizado, que está en cabeza de los hombres que llegaron de San Pedro de Urabá y Turbo (Antioquia), fue encomendado a Henry de Jesús López Londoño, alias ‘Mi Sangre’.
Hace algunos meses se había rumorado la llegada a la capital antioqueña del exparamilitar, señalado por las autoridades como el responsable de las amenazas a varios periodistas que quisieron ponerlo al descubierto. Sin embargo, Inteligencia ya tiene establecido que él es quien ha venido sembrando la zozobra en varios barrios de la ciudad en las últimas semanas.
“A través de comunicaciones hemos intentado armar un mapa de actuaciones que nos den pista de los hombres de los Úsuga.
Después de la muerte de ‘Giovanni’, su hermano ‘Otoniel’ dio instrucciones claras de concretar lo que se había avanzado en Medellín”, le dijo a EL TIEMPO uno de los investigadores.
Y eso que se había concretado, según los oficiales, no es más que tener el control total de la llamada ‘Oficina de Envigado’, el aparataje criminal que creó ‘Don Berna’.
‘Valenciano’, uno de los hombres de confianza de ‘Berna’ y quien
fue capturado en Venezuela el año pasado, ya había dado algunos pasos para sacar del camino a ‘Sebastián’, el otro consentido de la ‘Oficina’. Para eso, formalizó una alianza mafiosa con ‘Mi Sangre’ y los ‘Urabeños’ y así unificar el poder en Medellín.
Sin ‘Valenciano’ de por medio, los ‘Urabeños’ entraron de frente por el control.
“Tenemos versiones que hablan de la muerte de Erick Vargas, alias ‘Sebastián’. Nadie lo confirma, y lo estamos investigando. ‘Mi Sangre’ habría logrado infiltrar su seguridad, y sus propios hombres lo habrían asesinado”, señala el investigador.
En las comunicaciones, los hombres de ‘Mi Sangre’ dan instrucciones a sus subalternos para que “pasen la voz de que hay nuevo jefe” y que lo que había de ‘la Oficina’ está en manos de ‘los Urabeños’.
“‘Mi sangre’ es un ‘expara’ sanguinario que le ha hecho el quite a la justicia, pero que ha logrado atemorizar a la gente con sus prácticas intimidatorias. Por eso, los sicarios y jóvenes de los combos le pueden obedecer sin poner mayor resistencia. Y más si ya no hay una cabeza visible entre ellos”, concluyó el investigador.
Ahora, tanto Ejército como Policía trabajan para evitar una confrontación que despierte nuevamente la guerra en la ciudad.
¿Quién es ‘Mi Sangre’?
Henry de Jesús López es un desmovilizado del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas. Fue vocero de uno de los bloques en las mesas de negociación en Santa Fe de Ralito y cuando el Gobierno tomó la decisión de recluir en las cárceles a los exjefes de las Auc, huyó a Puerto Berrío (Antioquia).
Según los organismos de Inteligencia, en el 2009 se instaló en el Urabá y comenzó a trabajar con los hermanos Juan de Dios y Darío Úsuga David en el control de rutas del narcotráfico. Por eso hizo la alianza con ‘Valenciano’ en Medellín.
Fuente EL TIEMPO.
