James Holden parece que está viviendo un momento trascendental de su vida y que está reflexionando bastante sobre lo que supone hacer música. También reconoce que el año que viene tendrá nuevo álbum en las tiendas aunque aún no lo tiene acabado: “No estoy utlizando sintes ni efectos de mi computadora. Básicamente me limito a grabar tomas de instrumentos reales. Dispongo de buenos sintes pero no me gusta la música que suena demasiado limpia. Estoy creando pero sin marcarme grandes objetivos. Estoy haciendo lo que me gusta pero de una manera vaga e imprecisa. Mi último logro es haber llegado a algo intangible”. También es bastante crítico con las etiquetas musicales, incluso con la del trance contemporáneo: “El trance, como género, se ha vuelto algo muy predecible. Como esencia es algo muy bonito porque abraza desde la música africana pasando por el techno de Detroit y acabando en la música de un genio como Steve Reich”.
