El aumento registrado el año pasado obedece a la creciente influencia de privados que incitaron a los campesinos a deforestar. Las principales causas de deforestación son el acaparamiento ilegal de tierras para ganadería extensiva y la construcción de vías clandestinas que atraviesan la Amazonía. Le siguen los cultivos ilícitos, la extracción ilegal de minerales y la tala de árboles.
La tala y quema de bosques afectó principalmente (64 %) a la Amazonía, el mayor bosque tropical del mundo que Colombia comparte con Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Surinam, Guyana y Guayana Francesa. Los departamentos más afectados fueron Caquetá, Guaviare, Putumayo, Meta y Antioquia. A nivel mundial, en 2020 los incendios y la tala de árboles destruyeron 42.000 km cuadrados de bosques tropicales primarios, un alza de 12% respecto a 2019, según el informe anual Global Forest Watch. La deforestación participa en el calentamiento global, que amplifica fenómenos naturales extremos como olas de calor, inundaciones y sequías. También es, junto con la urbanización y el aumento de la actividad agrícola, uno de los “principales factores contribuyentes a la aparición de enfermedades infecciosas” tales como el COVID-19.
Fuente: pulzo.com