Diferentes medios de comunicación como CNN, El Espectador y El Tiempo han reportado en la última semana temperaturas extremas en varias zonas del planeta, nieve en lugares donde no debería haber, gélidas temperaturas muy por debajo del punto de congelación, olas de calor intensas, inundaciones, marejadas y vientos que demuestran cada vez más que el cambio climático es una realidad latente.
La notica más destacada fue una atípica tormenta de nieve que cayó sobre la provincia de Naama, al norte de Argelia que tiñó de blanco las icónicas dunas doradas del desierto del Sahara donde 40 centímetros de capa de nieve cubrieron las rojizas arenas; siendo este el tercer año consecutivo en que ocurre este fenómeno climatológico. Aun así, previo a 2016, habían pasado 37 años desde la última vez que el desierto se había teñido de blanco. La anterior vez había sido en diciembre de 2016, cuando la blanca nieve cubrió las dunas por casi un día, y fue un evento que causó sensación en el mismo pueblo argelino, porque era algo que no se veía desde 1979.
La causa de esta tormenta reside en la ola de frío que ha azotado este fin de semana Estados Unidos y Europa, explicó la Agencia Meteorológica del Reino Unido.
Sin embargo no es lo único que llama la atención, en Oceanía se están presentando grandes olas de calor que en Australia aumenta la temperatura hasta los 46° grados centígrados, casi alcanzando su temperatura máxima histórica. Incluso, se ha reportado en redes sociales que el asfalto se ha derretido. Ante esta ola de calor, la vida silvestre de Australia ha sufrido las consecuencias.
En 2016, Australia publicó el Reporte del Estado del Clima, que advierte sobre el aumento de la temperatura del océano en por lo menos 1 grado celsio en ese país desde 1910. También reveló que las olas de calor extremas se han incrementado en frecuencia e intensidad en los últimos años.
