La selva del Amazonas es el refugio de miles de especies arbóreas y animales, pero en su corazón también atesora los secretos de la humanidad mejor guardados. En su extensión boliviana vive la tribu T’simane, una comunidad que guarda en sus cuerpos los secretos de la juventud. Los t’simane parecen mantenerse jóvenes más tiempo que cualquier otro ser humano en el mundo, ya que el envejecimiento de sus cerebros es 70% más lento y tienen los corazones más sanos ¿cómo sucede?
Los t’simane habitan en la región boliviana de la selva amazónica aislados de lo que llamamos “civilización”. Viven en poblaciones pequeñas, su lengua, el chimán, es tan exclusiva que solamente entre 20 y 30 familias la utilizan. Pero, además, son la muestra ejemplar de que una vida saludable es posible, siempre y cuando el estilo de vida esté en concordancia con la naturaleza y su sabiduría.
La tribu T´simane, la más sana del mundo
Una reciente investigación de la Universidad del Sur de California demostró que los integrantes de la tribu t’simane son mucho menos propensos a sufrir demencia derivada del envejecimiento. Aunque claro que no se trata de un hecho aislado, sino que todo su organismo trabaja de distinta manera a la de cualquier otro ser humano en el planeta.
La tribu vive en armonía con la naturaleza, así que obtienen su mayor alimentación del cultivo de vegetales y frutos, y también practican la caza. Su estilo de vida ha vuelto a los t’simane resistentes al envejecimiento. Parecen tener una salud cardiovascular muy resaltable en comparación con una persona promedio. Por lo tanto, sus arterias se mantienen jóvenes y flexibles, y los infartos tanto cardiacos como cerebrales son muy aislados entre sus integrantes.
La clave está en el movimiento
Según los investigadores, el cerebro de un miembro la tribu t’simane envejece un 70% más lento que el resto del mundo. Así un miembro de la tribu de 80 años, tiene la misma condición física que un estadounidense promedio de 55 años.
La clave, aseguran, está en el movimiento y el estilo de vida. La vida sedentaria no es siquiera una opción para ellos, ya que dependen del cultivo de sus alimentos, así como de la caza su propia comida. Esto se traduce en movimiento constante, incluso después de los 70 años. Además, su dieta juega un papel importante, está basada principalmente en verduras, pescado y carne magra.
El cuerpo es asombroso, sólo se requiere alimentar con los nutrientes adecuados y el ejercicio también es de vital importancia. Así, reducen la probabilidad de sufrir atrofia cerebral y problemas cardiovasculares. Cerebro y corazón, los dos motores principales del cuerpo.
“Los t’simane nos han proporcionado un experimento natural asombroso sobre los efectos potencialmente perjudiciales de los estilos de vida modernos en nuestra salud. Estos hallazgos sugieren que la atrofia cerebral puede reducirse sustancialmente por los mismos factores de estilo de vida asociados con un riesgo muy bajo de enfermedad cardíaca”, explica Leonard Davis de la USC.
Ningún miembro de la tribu presenta problemas relacionados con el estilo de vida moderno, como la obesidad, infecciones respiratorias o enfermedades gastrointestinales. La clave está en la dieta, por supuesto, pero también en que sus vidas dependen del movimiento y no del sedentarismo.
Fuente: Ecoosfera
