“Estamos en una situación de desastre. Se va a presentar y ya se está presentando un desequilibrio entre la demanda y la oferta en términos de capacidades de respuesta de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Podemos tener 10 mil camas en el país, pero si esto no tiene las capacidades y la eficiencia resolutiva, que se las da el talento humano, no vamos a conseguir el propósito de la atención del paciente en estado crítico” Asociación Colombiana de Medicina Crítica y Cuidados Intensivos
Sociedades médico-científicas y agremiaciones de la salud pidieron a los gobiernos implementar, de manera inmediata, una cuarentena estricta debido al aumento de contagios de COVID-19, un aumento vertiginoso en todo el territorio nacional. Desde el pasado 27 de abril, que se empezó a levantar la cuarentena de forma progresiva con la apertura de actividades en 43 sectores económicos, se han aumentado de manera acelerada los contagios en el país, pasando de 11.613 casos el 11 de mayo a 45.212 el 11 de junio y 145.362 el 11 de julio, según ha informado el Ministro de Salud.
Las cifras son preocupantes; por ejemplo, en Bogotá hay una ocupación de camas de UCI del 91% Medellín 86% Cali 95% Montería 81,8% y Barranquilla 73%
Son un conjunto de medidas que se sugieren implementar para frenar la propagación del virus SARS-CoV-2 y disminuir el riesgo de mortalidad ante el alarmante aumento de contagios las últimas dos semanas. una cuarentena estricta que permita disminuir con suficiencia la tasa de contagios, objetivo central de esta medida, y continuar haciendo las adecuaciones locativas del sistema de salud y la consecución y preparación del talento humano necesario. Este tiempo, de dos semanas, se destinaría a mantener niveles de ocupación por debajo de la línea de alto riesgo, para evitar el colapso del sistema al disminuir la cantidad de contagios y, con ello, el ingreso de nuevos enfermos críticos hasta que se llegue nuevamente a un nivel de ocupación de menor riesgo. Para hacer esto se requiere del respaldo de una política social de renta básica real y efectiva, con garantía de alimentación y servicios públicos básicos, dirigida a la población más pobre y vulnerable cuyo ingreso como trabajadores independientes, informales o de micro y pequeñas empresas, no están garantizado su sustento diario.
Fuente: elespectador.com
