
No todas las experiencias en la pista de baile están hechas para la euforia. Algunas están diseñadas para sumergirte en un estado de trance, para envolver los sentidos en un viaje abstracto donde la música se convierte en algo más que ritmo: se transforma en una atmósfera, en un espacio sonoro que desafía la percepción. Rrose es una de esas figuras enigmáticas que construyen paisajes hipnóticos, donde el techno se vuelve arte conceptual y la identidad misma es una ilusión en constante mutación.

Desde las sombras del escenario, Rrose se aleja de las convenciones. Su música es densa, cargada de efectos nebulosos y capas de sintetizadores que parecen surgir de una maquinaria en descomposición. El sonido industrial se funde con el noise, creando un techno que no solo golpea, sino que envuelve y desafía. No hay concesiones ni fórmulas predecibles: solo una exploración constante de lo que el sonido puede llegar a ser.
Con un alter ego inspirado en Marcel Duchamp y una biografía que parece sacada de un manifiesto dadaísta, Rrose subvierte la performance misma. Su estética oscura y su ambigüedad desafían la categorización, no solo en la música, sino en la identidad misma. En el escenario, su presencia es un misterio: entre lo masculino y lo femenino, entre lo humano y lo maquinal, entre el artista y la sombra.

Desde su irrupción en 2011 con Sandwell District, hasta su propia plataforma Eaux, su discografía transita por terrenos inesperados. Puede llevarnos de un techno denso y texturizado hasta composiciones de piano austeras, siempre con un aire de experimentación que desafía la linealidad. Su colaboración con Bob Ostertag, explorando la síntesis modular con el Buchla 200E, es solo una muestra de su búsqueda incesante por el sonido puro en su forma más abstracta.

Pero donde Rrose realmente cobra vida es en el escenario. En festivales como MUTEK Montreal, Unsound en Polonia, Russian Outline Festival y MoMA PS1, su live set es una inmersión total: una obra que transforma el techno en un arte esencialmente queer, donde la música no solo se escucha, sino que se siente como un acto de resistencia y libertad.
Ahora, la ciudad de Medellín se prepara para recibir esta experiencia sonora de la mano de Metropolitan y Medellinstyle, quienes unen fuerzas para llevar a Rrose al escenario el día viernes 4 de abril y sumergirnos en su universo hipnótico. Una oportunidad única para vivir en carne propia su fusión de texturas, ruido y oscuridad envolvente.
Explorar su discografía es sumergirse en un universo donde cada beat parece diseñado para desafiar nuestra percepción del tiempo y el espacio. ¿Listo para dejarte envolver por el enigma de Rrose?