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Porqué se celebra la Navidad el 24/25 de Diciembre si la Biblia nunca dijo fecha del Nacimiento de JESUS?

Porqué se celebra la Navidad el 24/25 de Diciembre si la Biblia nunca dijo fecha del Nacimiento de JESUS?

Para empezar,  existen discrepancias entre si existieron o no celebraciones del nacimiento de Jesús antes del S. IV,  en que Constantino autorizó el culto cristiano en el Imperio. Lo que es cierto es que en ninguna parte de la Biblia se menciona la fecha exacta del nacimiento de Jesús. Se desconoce la fecha exacta. Y cierto es que dificilmente pudo ser en diciembre, esto lo sabemos por los evangelios que situan a los pastores conduciendo sus rebaños al aire libre cuando nació Jesús, por lo que no había llegado octubre. Entonces, ¿porqué el 25 de diciembre? 

Resulta que éstas eran fechas en las que en la Antigua Roma tenía lugar una serie de celebraciones muy alejadas del carácter religioso que se le dio por parte de la Iglesia Católica, a partir del siglo IV. Lo que nos lleva a deducir que nuestras celebraciones navideñas, no tendrían su origen en la celebración cristiana sino, mucho antes, en los cultos agrarios que celebraban el solsticio de invieno, el fin del período del progresivo oscurecimiento de los días y el regreso de la luz (renacer).

Porqué se celebra la Navidad el 24/25 de Diciembre si la Biblia nunca dijo fecha del Nacimiento de JESUS?

Por ejemplo las Lupercales que se celebraba el 15 de febrero en honor a Lupercus, protector de los pastores y sus rebaños y como homenaje a la  loba que amamantó a los gemelos Rómulo y Remo, fue sustituida por la fiesta religiosa de San Valentín del 14 de febrero; las Saturnales fueron trasladadas al mes de febrero y se modificó convirtiéndola en una celebración previa a los días de abstinencia y ayuno de la Cuaresma (lo que hoy conocemos como Carnaval).

Y así una tras otra todas esas antiguas celebraciones paganas acabaron convertidas en fiestas cristianas, transformando la festividad del Sol Invictus del 25 de diciembre en el día de Navidad, y con ella celebrar el nacimiento de Jesús, aunque realmente no coincidiese en la fecha. Hasta entonces los cristianos lo celebraban el 6 de enero (Epifanía), la cual dejaron como Día de Reyes. Gracias al cronógrafo de Filócalo sabemos que, como hemos visto arriba, al menos desde 336 (con el Papa Julio I) el nacimiento de Jesús se celebraba el 25 de Diciembre en Roma. En el año 440, el Papa León Magno estableció esta fecha para la conmemoración de la Natividad y ya en 529 el emperador Justiniano la declara oficialmente festividad del Imperio.

Porqué se celebra la Navidad el 24/25 de Diciembre si la Biblia nunca dijo fecha del Nacimiento de JESUS?

Los acontecimientos religiosos más importantes en casi todas las religiones están relacionados con el ciclo solar. Es el más básico, fácilmente observable y de mayores consecuencias, especialmente en sociedades agrícolas.  Todavía hoy, muchas culturas celebran el solsticio de invierno. Para los pueblos indígenas, como aimaras, quechuas, rapanui y mapuches, la llegada de estas fechas coincide con la tradición de agradecer por el año anterior y pedir al padre Sol que retorne con mayor fuerza después de su retiro invernal.

Porqué se celebra la Navidad el 24/25 de Diciembre si la Biblia nunca dijo fecha del Nacimiento de JESUS?

Otro ejemplo de cristianización cogida por los pelos: el día santo de la semana, el Domingo (Dominicus dies, es decir, día del Señor), no es más que el día del Sol Invicto, la jornada de descanso romana de la cual aún se acuerdan los anglosajones cuando descansan en el Día del Sol (Sunday). Pero volvamos al otro solsticio, que como se imaginn es de lo que les queremos hablar. Según la tradición cristiana, Juan fue concebido seis meses antes que su primo: Jesús. Así que si situamos el nacimiento de uno en el solsticio de verano, el otro cae medio año después, en…¡qué casualidad, el solsticio de invierno! Exactamente, en la celebración del triunfo del Sol (el Dios de Dioses) sobre las tinieblas, el renacimiento que ya lleva en sí la promesa de la primavera, el inicio de otro ciclo vital.

De esta forma, el cristianismo contraprogramaba el nacimiento de la otra deidad oriental que le disputaba la hegemonía esos días en Roma: Mitra.

La mitología recoje la leyenda de Mitra que es el enviado del dios Sol a la tierra para redimir a los hombres tras nacer un 25 de diciembre. En el momento de su nacimiento lleva un gorro frigio (símbolo de libertad), una daga y una antorcha y será adorado por pastores. Tras ello, se traslada a la Cueva Primordial donde recibe el encargo del dios, transmutado en cuervo, de capturar al Toro Primigenio y transportarlo sobre sus hombros a la Cueva donde se celebrará el sacrificio.

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El dios Mitra y la Tauroctonía

Después de redimirnos con el sacrificio, Mitra asciende a los cielos donde espera el fin del reinado del Señor de las tinieblas (los días oscuros),  hará resucitar a los muertos y se los llevará más allá de las estrellas, tras lo cual el mundo será destruido, para que llegue un nuevo Comienzo.

Por estos días, los romanos celebraban las Saturnales, festividad en la que se homenajeaba al padre de Saturno, el Dios de la agricultura, uno de los Dioses más antiguos del panteón romano. Durante la semana que precedía al solsticio de invierno, se cerraban los negocios, los tribunales y las escuelas, la gente dejaba el trabajo y se dedicaba a festejar y se encendían velas para celebrar la nueva venida de la luz. Los amigos y familiares se hacían regalos. Eran días de bulliciosas diversiones, banquetes e intercambio de regalos. Era la fiesta de la libertad y la desinhibición, y se organizaban juegos, bacanales, bailes de máscaras y espectáculos desenfrenados que estaban prohibidos el resto del año. Los cristianos utilizaban el término saturnalia cuando querían decir orgía.

Porqué se celebra la Navidad el 24/25 de Diciembre si la Biblia nunca dijo fecha del Nacimiento de JESUS?

Las fiestas comenzaban el 17 de diciembre con un sacrificio en el templo de Saturno, al pie de la colina del Capitolio, la zona más sagrada de Roma, seguido de un banquete público festivo (lectisternium) al que estaba invitado todo el mundo.

Estas fiestas, cuyo origen es muy arcaíco, consistían principalmente en representar la igualdad que reinaba originalmente entre los hombres. Durante estas fiestas se suspendía el poder de los amos sobre sus esclavos. Éstos tenían derecho a hablar y actuar con total libertad,por eso era conocida también como las “fiestas de los esclavos”. Los esclavos podían criticar los defectos de sus amos, jugar contra ellos e incluso éstos, los amos, intercambiaban sus papeles y les servían en la mesa.

Porqué se celebra la Navidad el 24/25 de Diciembre si la Biblia nunca dijo fecha del Nacimiento de JESUS?

Los tribunales y las escuelas cerraban, no estaba permitida la guerra ni la ejecución de criminales, ni ejercer otro arte que el de la cocina. Además, todos los habitantes de la ciudad dejaban de trabajar y la población acudía en masa al monte Aventino, para disfrutar del aire campestre.

“Que nadie tenga actividades públicas ni privadas durante las fiestas, salvo lo que se refiere a los juegos, las diversiones y el placer. Sólo los cocineros y los pasteleros pueden trabajar. Que todos tengan igualdad de derechos, los esclavos y los libres, los pobres y los ricos. No se permite a nadie enfadarse, estar de mal humor o hacer amenazas. No se permiten las auditorías de cuentas. A nadie se le permite inspeccionar o registrar la ropa durante los días de fiestas, ni practicar deportes, ni preparar discursos, ni hacer lecturas públicas, excepto si son chistosos y graciosos, que producen bromas y entretenimientos”

Luciano de Samosata 

Durante estos días la gente se prodigaba con la comida, la bebida y el sexo, y se permitían las apuestas en los juegos de azar. Dentro de esta categoría entraba un tipo de juego muy parecido a nuestra lotería de Navidad, con bolitas y todo, muy popular. Incluso tenían una costumbre sospechosamente similar al roscón de reyes: en el banquete se comía una torta de miel y frutos secos (similar a nuestro turrón) con un haba seca puesta al azar dentro de la masa. Quien la encontrara, sería el rey de la fiesta, el princeps Saturnalicius, al cual habría que obedecer sin rechistar por muy peregrinas que fueran sus órdenes (que lo eran, ahí estaba la gracia). El rey podía ser cualquiera, también un niño o un esclavo.

Tras la prohibición con Teodosio de todo culto que no fuera el cristiano (medida radicalmente ajena a la tradicional tolerancia romana), el Imperio-Iglesia se vio ante la tesitura de tener que hacer la vista gorda, cambiando oficialmente el nombre de las cosas para no caer en el absurdo de poner fuera de la legalidad a la mayoría de la población, aún seguidora de los antiguos ritos. Como no podían impedir que siguieran celebrando el Natalis Solis Invictis, disimulaban haciendo creer que creían que lo que celebraban era el nacimiento del profeta de la nueva religión (años más tarde aupado a la categoría de Dios, en el Concilio de Nicea). Y con esa mentira oficial, todos tan contentos. Poco a poco, el poder consiguió que el origen de la fiesta quedara en el olvido, introduciendo el nuevo catecismo que, con la fuerza de los años, fue adoptado por la población en la ignorancia de que, bajo las formas cristianas, estaban aún festejando a los dioses de sus antepasados.

El poeta Catullus (84 a.C-54 a.C) decía que eran “los mejores días” y Séneca El Joven (4 a.C-65 d.C) que “toda Roma se volvía loca” durante las fiestas: “La multitud se deja llevar por los placeres”, escribió.

Pero, como ocurre ahora con la Navidad, también había quien no quería ni oír hablar del tema: Plinio el Joven (63-113) cuenta que se aislaba en unas habitaciones de su Villa Laurentina: “Especialmente durante la Saturnalia, cuando el resto de la casa está ruidosa por la licencia de las fiestas y los gritos de festividad. De esta forma, no obstaculizo los juegos de mi gente y ellos no me molestan en mis estudios”. Cicerón (106 a.C-43 d.C) también se refugiaba en su casa de campo.

Petronio (396-455) hablaba de un esclavo imprudente que preguntó en algún momento del año si ya era diciembre.

El 25 de diciembre en el antiguo calendario juliano, se bautizó como ‘Sol Invictus’ en conmemoración al Sol. El Festival del Nacimiento del Sol Invencible (Dies Natalis Solis Invicti) se celebraba cuando la luz del día aumentaba después del solsticio de invierno, en alusión al renacimiento del Sol.