La pelea es por las regalías de la música.
El caso Grooveshark nos ha enseñado que uno de los cuellos de botella de los modelos alternativos de música en línea son las tarifas que los dueños de los derechos de la música, llámense disqueras, representantes o empresarios, son demasiado altas como para que la mayoría de estos negocios sean sostenibles. Pandora, uno de estos servicios, decidió hacer algo al respecto.
El servicio demandó a la Sociedad Estadounidense de Autores, Compositores y Discográficas (ASCAP, por su sigla en ingles) para intentar que la Corte de Nueva York obligue al gremio a imponer tarifas “razonables” a los streaming de música, como Pandora. Bloomberg informa que esta tarifa fue negociada en un acuerdo ‘experimental’ que estuvo vigente entre 2005 y 2010, y que el nuevo acuerdo es el que fue demandado.
Según los documentos de la corte, Pandora está buscando con la ASCAP un arreglo similar al que el gremio firmó con una cadena de radio digital en Estados Unidos. “El año pasado Pandora pagó casi el 50% de todos sus ingresos en regalías, más de seis veces el porcentaje pagado por SiriusXM [la cadena líder de radio digital]“, dijo Tim Westengren, cofundador del servicio.
De hecho, el año pasado, en el Congreso de Estados Unidos se presentó una ley para que las tarifas de licenciamiento a la radio digital sean comparables a las de los servicios de streaming.
Bloomberg afirma que aunque el servicio aumentó sus ingresos en un 54% en 2011 y los llevó a 182 millones de dólares, sus pérdidas aumentaron de 8,57 millones de dólares en 2010 a 25,6 millones el año pasado. Pandora dice que tiene 150 millones de usuarios registrados en EE. UU..
La ASCAP, por su parte, representa los intereses de 435.000 artistas y compositores en Estados Unidos, y es uno de los más importantes gremios de ese tipo en ese país