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Otra vez se disparó la deforestación en la Amazonia colombiana

Otra vez se disparó la deforestación en la Amazonia colombiana

“El fuego se utiliza como método de conversión rápida y masiva de bosques en pastizales destinados a prácticas ganaderas no sostenibles, o como mecanismo para acaparar tierras.”

Los bosques de la Amazonía colombiana continúan sucumbiendo ante la tala indiscriminada. De acuerdo con el más reciente boletín de alertas tempranas por deforestación, revelado por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), los 13 núcleos de deforestación más grandes del país se concentraron en el sur del país. De acuerdo con el boletín, que alerta sobre la deforestación ocurrida entre octubre y diciembre del año pasado, la Amazonía concentró el 84.9% de las alertas se concentraron en la Amazonia, seguidas por la región Andina con el 11.8%, el Pacífico, con el 1.1%, la Orinoquía con el 1% y el Caribe con el 0.9%. 

Otra vez se disparó la deforestación en la Amazonia colombiana

“Llama la atención que, por primera vez, un departamento como Vaupés entró en la lista de deforestación. El Parque Nacional Yaigojé Apaporis, que tiene un especial manejo compartido entre los indígenas que son habitantes y dueños ancestrales de ese territorio y Parques Nacionales.”

Una vez más, el departamento más deforestado fue Caquetá, que concentró el 26.29% de las alertas, seguido de Guaviare, con el 23.59%, Meta con el 20.31%, Putumayo con el 18.56% y Vaupés, con el 2.90%. Caquetá, Meta y Guaviare reportan alrededor de 28.000 hectáreas deforestadas en ese trimestre, en donde hay por lo menos 43 polígonos de deforestación de entre 50 y 100 hectáreas deforestadas y cuatro polígonos de 100 o más hectáreas deforestadas. El principal núcleo de deforestación en este trimestre se presentó en el noroccidente del departamento del Guaviare, especialmente en el área de influencia de la denominada “Marginal de la Selva”, al sur del río Guayabero, afectando al resguardo indígena Llanos del Yarí. La expansión y consolidación de la infraestructura vial informal continúa siendo el principal dinamizador de la pérdida de bosque.

Con la firma del proceso de paz en 2016 las cosas empeoraron, pues ese año se fueron 1.410; en 2017 unas 3.285 y en 2018 todos los récords se rompieron: 10.471 hectáreas.

Fuente: El Espectador