Por: RICHARD LEWIS
Era un s?bado por la noche y mi creativo asociado, Geoff Hayes, estaba viendo el programa de televisi?n The Honeymooners, muy popular en Estados Unidos, mientras garabateaba en una hoja una botella de Absolut. De pronto, le dio por ponerle una aureola en la parte de arriba y le pareci? que luc?a como un ?ngel sonriente. As? se le vino a la cabeza la frase: Absolut, el vodka perfecto. En ese momento no est?bamos juntos, yo estaba en un restaurante, cenando langostinos con mi esposa.
Al d?a siguiente, Geoff me mostr? su trabajo; me pareci? muy bueno, pero le suger? que acort?ramos el eslogan y lo dej?ramos en Absolut Perfecci?n. Nos pareci? que cuadraba m?s con la idea y el resto, como dice el dicho, ya es historia.
Tuve desde el principio una sensaci?n extra?a con esta campa?a, siempre supe que iba a ser exitosa, puesto que era una gran idea, novedosa y sin fecha de vencimiento. Adem?s, los clientes vieron nuestro trabajo y lo aprobaron de inmediato, algo muy extra?o en este negocio. Ellos confiaban en nosotros, en la efectividad de la campa?a que invent?ramos. La marca quer?a crecer, pero al mismo tiempo quer?a seguir funcionando en su peque?a f?brica en Ahus, Suecia, as? que nosotros ten?amos que darle una mano, convirtiendo a Absolut en una marca de exportaci?n, cosa que logramos.
Para convertir en anuncios la idea de la campa?a contamos con un equipo de doscientas personas, entre directores y escritores, sin contar artistas, dise?adores, escultores y fot?grafos, todos personas divertidas que trabajaron durante casi dos d?cadas y que, sin, duda hicieron realidad la idea inicial de la publicidad: vender vodka de primera calidad gracias a publicidad de primera calidad. Y, para nosotros, nada m?s contundente que la botella estuviera presente de cualquier forma. Y, tengo que repetirlo, la libertad creativa que nos dio Absolut fue invaluable, digamos que el ?nico l?mite era nuestro buen gusto para crear cosas nuevas.
Al frente de la campa?a estuve exactamente diecisiete a?os, cuatro meses y once d?as, tiempo en el que Absolut se convirti? en parte de m? y yo me convert? en parte de Absolut, imposible desligarnos. En esa relaci?n rec?proca yo me esforc? por hacer la campa?a m?s divertida, menos seria, y al final termin? yo convirti?ndome en una persona m?s divertida y menos formal.
A lo largo de mi carrera he trabajado en publicidad con Chivas Regal, Bombay Sapphire, Nivea, IBM, Carrier y Harrah’s y aunque nunca los he contado, he creado m?s de cincuenta anuncios publicitarios y he colaborado en otros cien o m?s. Cuando comenc? con Absolut trabajaba en una agencia llamada TBWA, en los a?os ochenta, hoy tengo mi propia compa??a, llamada RL Ideas, con la que hago estrategias de mercadeo. Sin embargo, creo que todo empez? cuando apenas ten?a once a?os, en el colegio, al escribir una historia que hizo re?r a unos y llorar a otros. Me pareci? curioso el efecto que caus? en las personas, porque era la misma historia.
Hace ya un tiempo que desligu? de Absolut, pero debo confesar que a?n lo tomo. Me gusta mezclarlo con limonada o con un jugo de lima lim?n llamado Rose’s. Es un vodka excelente, su sabor tiene clase, eso me gusta.
(Tomado de la revista Soho – julio 23 -07)