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La noche que no dejaron brillar a Cypress Hill en Bogotá

La noche que no dejaron brillar a Cypress Hill en Bogotá

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Uno de los peores eventos del año se llevó a cabo la noche del viernes 22 en el Castillo Marroquín en Bogotá, esto fue lo que pasó. B-Real y Sen Dog, se pararon como unos monstruos decididos a comerse el escenario, y lo hicieron, lo domaron. Se pararon furibundos a responderle a un público; empuñaron los micrófonos con los clásicos más pedidos por los asistentes, saltaron y bailaron con todo ese sabor y poder que sólo se da en la Costa Oeste. ¿Estaban dejándolo todo en la tarima ubicada en el Castillo Marroquín, al norte de Bogotá? Sí ¿los asistentes estaban ante un concierto con todas las de la ley? No. La noche fue larga, tediosa y arropada por un ambiente tenso, de organizadores y logísticos con miradas de preocupación.

Si se debe empezar con alguna queja sobre lo sucedido este viernes en el concierto de Cypress Hill en Bogotá, debe ser con la del trato a las agrupaciones nacionales. Artistas como Aerophon Crew, Clan Hueso Duro, DJ Cas, La Etnnia, Flako Flow & Melanina y Ali Aka MInd, entre otros, eran los encargados de prender los motores de uno de los conciertos más esperados del año. Sin embargo, ellos fueron los primeros en sufrir los atentados de una pésima organización. Camerinos que eran carpas improvisadas (ver el “camerino” de La Etnnia, una carpa a la intemperie y sin luz, fue la prueba de una organización grosera y descomedida), pruebas de sonido a medias, empresarios invisibles y presentaciones cortadas cuando corría menos de la mitad del show. Irrespeto en todo el sentido de la palabra y una vez más, el espejo de la situación actual del hip hop nacional que se puede definir en olvido hacia artistas independientes que en la construcción de una escena se topan de frente con señores de bolsillos amplios, con ganas de llenarlos, pero sin ganas de aportar a la cultura.

Parecía que los organizadores de este concierto, que se volvió inesperadamente un festival (no sabemos en qué momento se les ocurrió poner a más de cinco artistas de teloneros, sin nadie que cronometrara el tiempo de los grupos en tarima) no sabían en lo que se estaban metiendo cuando decidieron traer a una de la agrupaciones más emblemáticas del hip hop a nivel mundial. La presentación de estos titanes se terminó convirtiendo en un desastre en vivo y en directo. El primer corte del show se dio cuando las voces de los Mcs se perdían, el segundo vino unos 10 minutos después cuando la luz se fue en el escenario por más de 15 minutos.

Luego de un largo lapso de tensión, de consolas apagadas y de chiflidos agudos por parte de los asistentes que ya empezaban a reclamar su dinero de vuelta, las luces se prendieron, los Cypress Hill dijeron “el show debe continuar” y así fue. Se pararon con respeto ante los asistentes, con actitud de sobra. No obstante, la emoción de estar ante estos gigantes se opacaba ante la vergüenza y el desaliento de tener que ver a estos señores tratando de sacar adelante un show en tan precarias condiciones: bajo un bombillo, sin luces, sin pantallas y sin visuales. Literalmente ellos fueron el show, sin ayuda. Ellos y un público fiel, tolerante y paciente fueron los únicos protagonistas de este desastroso episodio.

Intentamos comunicarnos con los organizadores del evento -un colectivo conocido o referenciado por algunas fuentes fidedignas como A.M.O.R-, responsables del desastroso panorama vivido en el Castillo Marroquín pero su respuesta fue nula. Quien sí respondió fue Mind Blowing, agencia de booking que se encargó de poner a la banda en Colombia y quienes confirmaron que lo sucedido no tiene otro responsable que A.M.O.R. “Nosotros nos encargamos de traer a Cypress según las condiciones que el empresario nos dio. Cumplimos con nuestra parte y A.M.O.R., en cabeza del señor Santiago Benitez, faltó a las responsabilidades, obligaciones y promesas a la banda para este concierto. Incluso tuvimos que intervenir algunas horas antes para que Cypress tocara ya que la molestia tuvo la participación de ellos en este infortunado evento”, confirmó Daver Carvajal, representante de Mind Blowing.

Una mala pasada para el hip hop nacional, una mala jugada para las personas que invirtieron en una boleta, una lección para no confiar en misteriosos empresarios que se olvidan que no solo basta con tener el dinero.

Queda esperar cómo será el concierto en Medellín, que aún sigue en pie y está en manos de una productora distinta

Fuente: shock.co/