La sociedad en la que vives no está orientada a la contemplación. Ni siquiera al disfrute como suele pensarse. En realidad, escribe el psicólogo Mitch Abblett en un artículo en Psychology Today, nuestro mundo está orientado al nexting, “un desplazamiento continuo de posibilidades donde la emoción reside en lo que está por venir y no en lo que está sucediendo ahora mismo”. Lo que te mantiene estimulado no son las cosas que tienes entre manos, sino todo aquello a lo que potencialmente tienes acceso: otra storie de Instagram, otro vídeo de TikTok, otro match de Tinder, otra serie de Netflix, otra noticia morbosa… Un fenómeno que te sumerge en la anticipación compulsiva.
Y es difícil salir de ahí. Después de todo, agrega Abblet, todas esas aplicaciones “aprovechan las vías de dopamina de tu cerebro para crear un ciclo de anticipación y recompensa” que no termina nunca. No vives del placer. Vives del deseo. Y eso es muy diferente. Y perjudicial. Según este especialista, “la búsqueda constante de lo siguiente puede resultar en desconexión del presente e insatisfacción” puesto que inocula en tu cerebro “la sensación generalizada de que lo que es no debería ser lo que es sino que debería ser lo que viene”. Es infinito. A fin de cuentas, es materialmente imposible que te quedes sin un siguiente. Siempre hay algo más aguardando. Y lo peor de todo es que tu mente lo sabe.
Tu sistema dopaminérgico puede resetearse si te esfuerzas. Ahora mismo no lo recuerdas, pero vivir full presente proporciona una serenidad y una satisfacción que ni un millón de nuevos contenidos y aventuras puede proporcionarte. Primero de todo, “observa cuando la necesidad de lo siguiente llama a tu puerta y haz una pausa”. Resístete. No te dejes arrastrar por el impulso. Ahora respira profundamente. Siéntete vivx en el ahora. Nota cómo estás aquí y no en lo que quiera que podría esperarte al otro lado de una app. “Observa tus pensamientos desde la distancia”. Observa cómo tu mente anhela desesperadamente un nuevo estímulo. Y ánclate. “Siente tus pies en el suelo o tu mano en el pecho”. Aférrate a esa sensación in situ. Así, poco a poco, y conforme más veces rompas el ciclo deseo-estímulo, más debilitarás el nexting. Te vendrá bien.
FUENTE: codigonuevo.com
