Estoy convencido (y soy uno en los miles que han dejado esto en claro a través de las redes sociales) que si los chigüiros votaran, allá estaría el candidato presidente, levantándose de la otrora llanura Colombia, en camiseta y sonriente junto a algún agónico chigüiro (también sonriente), le daría la mano y prometería diez mil charcos gratis para los chigüiros, charcos pequeños eso si, dados a cuotas y dependiendo de los votos. Les prometería educación para que aprendan a hacer charcos comunales y terminaríamos como no, importando charcos hechos en China. Es casi seguro que el señor presidente acabaría contratando estudios para ver que estudios se contratan, que estudien porque esta pasando esto en el llano. Ustedes saben, lo de ley. Seguramente, no se les daría ninguna solución final, pero se les podría poner un paño de agua tibia o por lo menos de agua, lo que estos animales necesitan, lo que medio país necesita. Se llamaría a la unidad nacional para hacer una comisión que estudie la tragedia, eso si, desde Bogotá, no faltaba mas. Se haría sesionar al gabinete en pleno en Yopal (a puerta cerrada con aire acondicionado y aromatizante) y seguro podrían disfrutar, de los famosos sorteos por viajes de relajación que hace la alcaldía de dicho municipio o porque no, tener un día de spa con todo incluido. (otra ya conocida costumbre de la administración local) Luego de unas dos o tres semanas, se llegarían a conclusiones tan profundas como las hechas por la ministra de ambiente, quien cree que la tragedia no es tragedia, que de 1 millón de chigüiros, 6 mil es una cifra insignificante, bueno tal vez y como sucede en todas las democracias, no se enteraría ella de las minorías, las que están detrás de los chigüiros. Minorías como los venados, las tortugas, las babillas, los caimanes, las garzas, toda la flora de la región etc. Porque en Colombia no importa la mayoría pobre, ni la minoría diversa o diferente, solo importa el grupito de elite que nos gobierna. Los demás ministerios lanzarían un comunicado, liberando de toda culpa a nuestros nuevos dueños, es decir, nuestros viejos dueños, las compañías petroleras, los cultivadores de palma y arroz, los ganaderos feudalistas del llano, etc. La procuraduría abriría un proceso en contra de los chigüiros por quejarse y los inhabilitaría por 15 o 20 años para ejercer posesión de sus planicies y ríos.
El gobierno por supuesto dejaría todo en manos de algún animal extranjero o que se hace el gringo, uno que pueda quejarse solo cuando al gobierno le convenga. La ministra de educación diría que fue arriesgado, pero que se educó tanto como se pudo a los chigüiros y demás especies, para que se evitara la tragedia. Pero que al final resulto así, que ya lo esperaban, que ya lo sabían y que de todas maneras, no se hizo nada.
Alvaro Uribe utilizaría el twitter de Oscar Ivan Zuluaga y diría que en su gobierno no habrán mas chigüiros muertos de sed, todos serán muertos a bala. Que la sequía es culpa de las Farc y de los terroristas ( y tendría razón en parte, nada mas terrorista que una petrolera), Peñalosa saldría a decir que a él no le importa algo que este fuera de Bogotá y que él verá como hace su campaña, que no hará acuerdos con los chigüiros, pero que aun así se proclama ecologista y líder de un partido “verde”. Clara López propondría un enfoque de izquierda, que no es muy claro para la derecha y no tiene nada que ver con el centro. “Habría que ver la situación real de los chigüiros y preguntarles sobre sus necesidades” diría la ahora candidata por el Polo. El IDEAM prometería lluvias cada semana hasta las elecciones y luego, ya dejaría de inventarse datos. El DANE expondría que pese a la sequía, el 99% de los chigüiros tendría empleo y que el 1% restante, se integraría al mercado en época de lluvias.
Si los chigüiros votaran, ya no serian obviamente ese millón inicial, serian unos 5 o 6 millones y de ellos 8 votarían en las elecciones, con un abstencionismo del 50% (cifras que solo pueden dar resultados en Colombia), a algunos se les daría un poquito de pasto o una totumada de agua, se terminaría eligiendo a un oso polar para que represente al resto de las minorías, las que claro, solo serían importantes para las otras elecciones, se haría uno que otro decreto de emergencia, sin fondo, sin fundamento y de adorno, uno que prometiera lluvias constantes y pastos verdes, eso si, solo para aquellos que voten por la coalición de gobierno.
Ese sería nuestro país. Aunque me gusta pensar, que si tal locura fuera posible, los chigüiros votarían mejor, no se dejarían comprar o imponer fallos absurdos, no se dejarían ver la cara y se levantarían junto con las minorías que hoy mueren de sed, contra todos aquellos que les han robado el agua y su llano. Porque aunque no voten debemos tener algo claro, muy claro. El llano fue primero de ellos que nuestro.
Por: Deiveritas
