El 16 de julio de 2025, Israel lanzó bombardeos aéreos contra el Ministerio de Defensa de Siria y zonas cercanas al palacio presidencial en Damasco, dejando al menos tres muertos y 34 heridos. Estos ataques ocurrieron en medio de una grave escalada de violencia en Siria, especialmente en la región de Suwayda, donde desde el 13 de julio han muerto más de 300 personas en enfrentamientos entre fuerzas del gobierno sirio y la comunidad drusa. Esta última, que representa más de la mitad de la población en esa zona, reclama protección y autonomía frente al gobierno central.
Israel justificó sus acciones como medidas para proteger a la comunidad drusa y lanzó una advertencia directa al gobierno sirio interino, asegurando que no tolerará presencia militar siria en el sur del país. En este contexto, ha intensificado sus ataques contra vehículos y personal militar sirio. La comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, la Liga Árabe, Emiratos Árabes Unidos y Turquía, ha expresado su preocupación y rechazo a las acciones israelíes. Aunque se anunció un acuerdo de alto al fuego, varios líderes drusos lo han rechazado, y la tensión sigue creciendo. El conflicto en Suwayda se perfila como el episodio más grave desde la guerra civil siria, con el riesgo de convertirse en un enfrentamiento sectario a gran escala.