Los hongos que se encuentran bajo nuestros pies podrían estar conversando entre sí mediante impulsos eléctricos. Según informa The Guardian, unos investigadores insertaron diminutos electrodos en parches de hongos en crecimiento y registraron la actividad eléctrica intercambiada entre los organismos por unas estructuras que absorben nutrientes llamadas hifas. El equipo publicó en Royal Society Open Science que los pulsos eléctricos que se transmitían entre los hongos formaban patrones parecidos a 50 palabras. Aunque los investigadores plantean que el “lenguaje” podría utilizarse para compartir información sobre lesiones o disponibilidad de alimentos con partes distantes de ellos mismos, también dicen a The Guardian que los pulsos podrían carecer de sentido.
