En Suecia es cada vez más común el implante de chips con datos personales bajo la piel, la idea futurista de que un implante electrónico sustituya las llaves, las tarjetas y los billetes de tren es ya una realidad para varios miles de temerarios que aceptan desde hace tiempo que su información sea compartida entre las administraciones públicas y privadas.
“La tecnología todavía no ha llegado al punto en el que pueden piratearse el chip pero en el futuro, quizás habrá que pensar en ello”.
Los promotores aseguran que el chip es totalmente pasivo, un accesorio que simplificaría la vida diaria y que solo emite datos cuando se pone la mano sobre un lector de tarjetas NFC (Near Field Communication). El chip actual sustituye una tarjeta de acceso para entrar a espacios y su funcionamiento consiste en colocar la mano en un lector, marca un código y la puerta se abre. Este servicio lleva un año en funcionamiento y ha convencido a unos 130 usuarios, que pueden reservar el billete en línea (en el metro, gimnasio, oficina etc.) y grabarlo en su chip.Los peligros son sin embargo muy reales, la implantación del chip puede causar infecciones y reacciones del sistema inmunitario; el riesgo más importante concierne a los datos: en este momento los datos recabados y compartidos por los implantes no son muy numerosos pero eso aumentará, probablemente “cuantos más datos haya en un solo lugar, como sería el caso de un implante, mayor es el riesgo de que este sea utilizado en nuestra contra”
Fuente: El Universo