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Futuros artificiales: ¿Hacia dónde vamos?

Futuros artificiales: ¿Hacia dónde vamos?

Desde tiempos inmemoriales la música ha sido un medio de comunicación entre los seres humanos. En la prehistoria, los hombres imitaban los sonidos de la naturaleza, los fenómenos meteorológicos o el llamado de los animales. El primer instrumento musical –similar a una flauta– fue creado con huesos animales. Las primeras presentaciones musicales griegas y romanas se llevaron a cabo en funerales y otras ceremonias religiosas. En la edad media, se concibió una dimensión espiritual de la música a partir de sonido que producían los órganos dentro de las catedrales, gracias a la acústica natural que tenían estos recintos.

Futuros artificiales: ¿Hacia dónde vamos?

En el barroco, compositores como Bach tocaron en iglesias más pequeñas que las catedrales góticas. A finales de 1700, Mozart presentó sus composiciones en grandes salas y fue el comienzo del baile. En 1870, se inventó el micrófono de carbón, un transductor que convertía el sonido en una señal de audio eléctrica. En 1900, surgió el Jazz y la gente comenzó a bailar en bares. En 1910 se fabricó el fonógrafo magnificador de sonido, que todavía se utiliza en conciertos. En 1930, apareció el primer amplificador electrónico. En 1931, se inventó la primera guitarra eléctrica llamada ¨The Frying Pan¨. En 1941, los amplificadores ya eran capaces de producir mucho ruido y se popularizaron. En 1950, nació el Rock and Roll y se experimentó con nuevos géneros musicales. En 1960, las presentaciones en vivo dieron pie a los primeros ¨conciertos¨; y ya en los años 60 y 70, la música en vivo ejerció mayor influencia en la cultura popular. El primer ejemplo fue el ¨Festival Woodstock¨, al que asistieron más de 400,000 personas. En 1970, Pink Floyd fue pionero en efectos visuales en los conciertos, incorporó pantallas gigantes, luces estroboscópicas, pirotecnia y usó un sistema de speakers quadrofónico y sintetizadores.

A partir de entonces los sistemas de sonido reproducen música más fuerte y los eventos con luces ahora incorporan proyecciones en 3D y gigantescos hologramas, como los presentados por el DJ Eric Prydz en el concierto de Madison Square Garden en el 2014.

Futuros artificiales: ¿Hacia dónde vamos?

No preguntamos entonces, ¿cómo serán los conciertos del futuro en vista de los desarrollos tecnológico de hoy?

En la actualidad los músicos realizan presentaciones cada vez más innovadoras. Beardyman, por ejemplo, utiliza una máquina de producción de música en tiempo real con la que crea loops y capas de sonido solo con su voz. La compositora inglesa Imogen Heap, creó un tipo de tecnología sonora portátil utilizando guantes MiMu gloves que le permiten amplificar, grabar y hacer loops de instrumentos acústicos, con su propia voz y tocar instrumentos virtuales.

The gloves are like a second skin. They are part of me. An extension of me. I become hyperreal. -Imogen Heap

 

La fronteras físicas también se han roto y ya no es necesario estar presente en los conciertos para tener una experiencia directa. El Live streaming ha hecho posible que personas alrededor del mundo estén juntas en una sola sala ¨online¨.

Artistas como U2 han usado aplicaciones como Meerkat and Periscope para hacer llegar sus conciertos a los hogares. En el 2007 el músico Richard Hawley hizo un concierto en realidad virtual (Second Life).

Cabe preguntarnos ¿qué nos deparará ese futuro artificial? ¿Nos impedirá ser libres al controlarnos por computadores, aplicaciones y gadgets? ¿Perderemos las interacciones humanas? ¿Que sería de nuestra sensación de libertad cuando bailamos solos, pero rodeados de otras personas que sienten lo mismo frente a la música en un rave?

 

Fuente: https://howwegettonext.com/the-history-and-future-of-live-music-147ecde437b7