Con un estilo agudo y distintivo, Federico fusiona influencias atemporales del techno de los 90 con un diseño sonoro efectivo, creando música de club a menudo guiada por la melodía. El equilibrio de elementos da como resultado cortes profundos y potentes que han sido éxitos en pistas de baile alrededor del mundo. Parte de esta identidad sonora se debe a su fascinación de toda la vida con la música de club vintage, al punto que abrió una cuenta en Instagram llamada @90sTechnoRedux donde publica clips de joyas futuristas de su década favorita. La página ha ganado muchos seguidores desde su creación, entre ellos varios artistas de primer nivel del género.
Pero, después de todo ¿quién es realmente Holden Federico?
Deja que te lo cuente él mismo. En su entrevista con Voltage, dice lo siguiente:
“Mi nombre es Holden Federico y soy de Nueva York. Hago techno y tengo un lanzamiento en SK11. Otro está en camino para principios del próximo año —creo que ya lo están prensando— así que estoy muy emocionado por sacarlo. Originalmente soy de las afueras de Filadelfia y me mudé a Nueva York como muchos lo hacen desde esa zona… simplemente quería algo más, porque Nueva York es como la ciudad de los sueños, a donde todos quieren ir (ríe). Empecé a tocar piano desde pequeño, así que tengo formación en música clásica, pero realmente me enganché con la música en la secundaria, cuando empecé a tocar en bandas. Me atrajo todo el proceso de composición y producción. Pensaba: “tocar en una banda es genial… pero espera, si produces tú mismo puedes tocar la batería, el teclado, el bajo…”, y ahí me enganché con la producción. Una gran influencia temprana para mí fue Trent Reznor y su proyecto Nine Inch Nails. Él cantaba, tocaba todos los instrumentos y también era de Pensilvania. Yo pensaba: “ese tipo lo descifró todo”.
En el colegio, un amigo me mostró lo que para mí fue la primera “verdadera” música electrónica, aunque era más electro que techno. En esa época, en Filadelfia, no tenías mucha exposición al techno ‘puro’. Fue la primera vez que descubrí que podías hacer música en un computador, y pasaba horas en Garageband sampleando cosas y procesando sonidos con efectos de guitarra digital. En ese entonces, Garageband tenía solo un sintetizador. No era lo que es hoy, pero sacaba lo que podía, y me divertía mucho.
Después fui a la universidad, donde trabajaba de DJ para ganar algo de dinero. Era un enfoque muy funcional, una forma de tener ingresos fuera de clase. Pero por debajo de todo eso, la producción seguía importándome. Aún no tenía una exposición real al “techno”; apenas estaba empezando a entenderlo.
Cuando me mudé a Nueva York, descubrí lo que era el clubbing con techno de verdad. Lo que me atrapó fue el sonido de Detroit… esa fusión Detroit-Berlín. Al empezar, pensé: “¿qué carajos es esto?”. Los primeros discos de Carl Craig, Moritz von Oswald, el material de Basic Channel… todo eso me atrapó. Era música emocional. Basic Channel tiene una cualidad muy melancólica, de anhelo.
Me tomó tiempo encontrar mi voz, y también tiempo juntar mis influencias de una forma que se sintiera honesta. Produje hip-hop, pop, bandas sonoras, ambient, y aún lo hago. Pero llegó un punto en el que paré todo. Sentía que no estaba haciendo música que me emocionara. Muchos de esos primeros productores de Detroit hablaban de lo importante que era el jazz para ellos, así que decidí aprender jazz en el piano. Hay un álbum increíble de Charles Mingus donde —aunque él era bajista— toca solo el piano. Traté de transcribir esas piezas… mi oído no es muy bueno, así que fue un proceso lento, tedioso… pero fue un reinicio total.
Pasé un año y medio en eso, y cuando regresé me sentía más hambriento y más claro en mi visión del techno.
Volví a la producción, y luego llegó 2020… La pandemia fue un momento de claridad para mucha gente, y para mí lo fue en cuanto a lo que realmente importa. Y lo que importa es la música. Tiene que ser la música. Ese tiempo fue de enfoque total. Me dediqué a escribir música todos los días, todo el día.”.
Después de leer esto, no queda duda: Holden Federico es un productor que construyó su identidad no solo desde la pista, sino desde la obsesión, la búsqueda interna y la dedicación absoluta al arte de producir música. Su historia es la de un productor que entendió que el techno no es solo un género, sino una decisión de vida.
Ahora es tu turno de escucharlo.
Búscalo, sumérgete en sus cortes profundos y deja que el viaje comience.