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Entrevista a Daniel Tamayo: psicología social en la cultura electrónica

Desde la revista digital Somos Cultura Electrónica para un proyecto de aula de la Universidad Católica Luis Amigó, Santiago Bolívar le lanzó algunas preguntas al editor de Medellinstyle Daniel Tamayo Mendoza con la intención ahondar un poco sobre los concepto, el momento histórico, los valores y un quehacer ideal de las personas pertenecientes a uno de los movimientos alternativos más representativos del mundo ¡Te invitamos a leer y a compartir!             

¿Para usted qué significa la cultura electrónica?

Para mí cultura electrónica significa simplemente un estilo de vida, una forma de percibir al mundo u otra manera de afrontar la realidad. Recordemos que cultura es un conjunto de conocimientos, saberes y costumbres que incorpora cualquier grupo social en determinados territorios; y nosotros, los pertenecientes a la cultura electrónica hemos desarrollado símbolos, un lenguaje particular, formas de vestir, actividades en común, ideologías con relación a como entendemos el mundo y un sinnúmero de usanzas que nos caracteriza y singulariza. Obviamente dentro esa gran cultura electrónica se van desprendiendo otros subgrupos y subculturas que adquieren sus propios modos de pertenecer al planeta tierra.   

¿Cómo cree que influye en su vida y en la sociedad la cultura electrónica?

Influye de muchas maneras. La cultura electrónica al traer una gran tradición conceptual en temas como la libertad, la revolución, la inclusión social, la aceptación del otro, la paz, el respeto entre otros; propone un norte, es decir que da una orientación de cómo sería esa posible manera de entender al mundo, de pensarlo y de que acciones habría que ponerse en práctica para generar transformación social en estos temas y poder así cambiar los paradigmas hegemónicos.  

Obviamente toda esta carga ideológica influye en lo más básico de mi cotidianidad como mi forma de vestir (nada ostentoso que me cree algún imaginario como que soy superior a otro), mis tendencias musicales (sonidos con algún sentido, que cuenten historias y sobretodo que tengan alma), mis actividades de ocio (espacios que me dejen algún contenido así sea mínimo y donde también pueda contribuir de alguna manera a mi entorno), mis temas de interés (cambio climático, contaminación, nuevas tecnologías, movimientos sociales, equidad social, política).      

¿Cuál es el aporte de los colectivos y promotores en la cultura electrónica?

El gran problema es que una gran cantidad de colectivos y promotores que se hacen pasar por “cultura electrónica” simplemente hacen fiestas con la intención de obtener beneficios e ingresos económicos y pasan por alto toda la ideología cultural que expresé anteriormente. No obstante las personas que lideran la real cultura electrónica hacen propuestas como caminatas ecológicas, donatones que recogen fondos para poblaciones vulnerables, recolección de mercados y elementos de primera necesidad para gente que lo necesita, regalos para niños pobres en fechas especiales, recolección de alimento para animales desamparados, alimentar habitantes de calle, unirse y promover movimientos sociales para exigir derechos humanos, cicladas deportivas, generar consciencia sobre las consecuencias del consumo de sustancias psicoactivas, promover la equidad de género, entre otros.

Sin embargo creo que otro gran aporte es el contribuir insistente y permanentemente en el cambio de paradigma social, los imaginarios que vienen por tradición y las concepciones arcaicas que impiden visualizar un mundo más equitativo o menos desigual y egoísta, amigable con el medio ambiente y consciente en la toma de decisiones.         

¿Qué tiene por aportar a la sociedad sobre ese imaginario errado (drogas, derroche, fiesta, etc.) que tienen sobre la cultura electrónica?

Yo creo que cualquier persona de nuestra sociedad que lea esta percepción sobre la cultura electrónica se va a dar por enterada que esta no es únicamente ocio, no podemos desconocer que el ocio es una práctica importante de nuestro movimiento porque nos permite alejarnos de las dinámicas perversas que vivimos en la cotidianidad del mundo; no obstante, los miembros de la cultura electrónica tienen que tener clara su historia, ¿cuál era el momento histórico de las ciudades donde se comenzó a fecundar?, ¿qué percepción del mundo proponía en sus inicios y con qué fin?, ¿Cuáles valores y principios promulgaban?… esto con el fin de que incorporemos y proyectemos el lema PLUR (Peace, Love, Unity & Respect) con nosotros mismos, con nuestros semejantes y con nuestro escenario.  

La música electrónica tiene un poder muy grande en sus manos, es el género musical del mundo porque podríamos decir que se escucha en casi todo los países y por ende es un lenguaje universal. Este poder debe usarse con el fin de contribuir a que este mundo sea un lugar mejor para convivir y no simplemente para vivir.     

¿Cuál cree que es el aporte de la música electrónica al desarrollo cultural de la ciudad?

La música electrónica permanentemente está estimulando el surgimiento, desarrollo y proyección de nuevos artistas audiovisuales (Djs, Vjs, productores, artistas plásticos etc.) que contribuyen al entretenimiento de los habitantes de la ciudad y al mismo tiempo se forman para elegir el arte como medio para subsistir en este sistema económico; y porque no, estos se vuelven luego una cara visible de Colombia para el mundo.

La música electrónica permanentemente está abriendo nuevos espacios culturales que no solo generan empleo sino que también posicionan a la ciudad como un centro turístico del país porque ofrece entretenimiento cultural. Sin embargo recordemos que el aporte no solo es en el desarrollo cultural sino también en lo social, salud, educación, deporte y sobretodo, nos faculta con posiciones políticas, no politiqueras.

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