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El “frutiñazo”: bebida peligrosa

El “frutiñazo”: bebida peligrosa“Frutiñazo” y “chamberlain” son los nombres de las bebidas alcohólicas que los jóvenes preparan entre sus grupos de amigos, después de juntar el dinero que les sobró de la semana.

Alejandra* tiene 16 años y es estudiante de la Institución Educativa Víctor Wiedemann. Ella cuenta que junto a sus compañeros de colegio salen los viernes de clase hacia la casa de alguno de ellos a divertirse y, como no tienen el dinero suficiente para comprar aguardiente, vino o ron, se las arreglan para reunir entre todos 8 mil pesos y dirigirse a cualquier tienda del sector El Limonar 2 para adquirir, sin ninguna restricción por su edad, una botella de alcohol antiséptico, dos o tres sobres pequeños de refresco en polvo, y si les sobra plata, una bolsa de leche o un tarro pequeño de leche condensada para preparar el “frutiñazo”.

Juan*, de 17 años, cursa el último año de bachillerato en la misma institución educativa que Alejandra*. Él dice que aunque todavía no se acostumbran al fuerte sabor del trago, el alcohol antiséptico sigue siendo la primera opción de la oferta de bebidas para embriagarse con sus amigos. “Así tengamos plata, lo que compramos para la fiesta es alcohol barato. Lo que sí hacemos es mezclarle más cosas al trago”, cuenta el joven, admitiendo que también utilizan toda suerte de gaseosas, jugos de fruta y otros licores para acompañar y tratar de hacer más pasable el “cóctel”.

Darío Córdoba Palacio, médico toxicólogo, dice que además de los problemas de adicción por la frecuencia de consumo de un líquido que no es para beber, el peligro consiste básicamente en que los jóvenes ingieran, por error, alcohol metílico, una sustancia que puede causar intoxicaciones serias, daños en algunos órganos y, en unos casos, hasta la muerte.