Una investigación de más de un mes por parte de Gizmodo ha descubierto nuevas evidencias en la búsqueda de Satoshi Nakamoto, la persona que creó el Bitcoin. Según una serie de documentos que llegaron a nuestras manos y que fueron corroborados mediante una serie de entrevistas, Craig Steven Wright, un empresario australiano residenciado en Sídney, y Dave Kleiman, un experto en ciencias forenses informáticas que murió en el año 2013, estuvieron involucrados en la creación y desarrollo de la moneda digital.
Wired reportó que era bastante posible que Wright y Kleiman estuviesen involucrados en la creación de Bitcoin. Pero Gizmodo ha estado realizando una investigación al respecto durante semanas, la cual hace pocos días incluyó confrontaciones y entrevistas cara a cara con socios de Wright en Sídney y con socios cercanos a Kleiman en el Condado de Palm Beach, Florida. Gizmodo también obtuvo confirmación de distintas fuentes acerca de cómo Wright afirmó en al menos dos ocasiones que él y Kleiman estaban involucrados en la creación de Bitcoin.
Los correos filtrados de Satoshi Nakamoto
A inicios de noviembre de 2015, Gizmodo recibió una serie de correos electrónicos anónimos de alguien que aseguraba no solo conocer la verdadera identidad de Satoshi Nakamoto, sino que también habría trabajado para él. “Yo he hackeado a Satoshi Nakamoto”, dice el primer mensaje, “todos estos archivos provienen de sus cuentas de negocios. La persona que buscan es el Dr. Craig Wright”. Lo que incluía el mensaje era una serie de archivos de correos electrónicos que aparentemente habían sido extraídos directamente de la cuenta de Outlook de Craig Wright, un académico australiano experto en ingeniería en computación, y emprendedor en serie con un manojo de títulos universitarios y empresas a su nombre.
El año pasado Wright anunció públicamente sus planes de establecer el “primer banco de Bitcoins en el mundo”. En el perfil de Wright en LinkedIn aparece como Director Ejecutivo de “DeMorgan Ltd”, una compañía que, según su página web, “está enfocada en las monedas alternativas, la próxima generación bancaria y productos centrados en la seguridad y en crear una experiencia de usuario sencilla”. Entre las subsidiarias de DeMorgan, que también mencionan en su página web, se encuentran Co1n, y Coin-Exch, compañías de gestión e intercambio de Bitcoins, además de Denariuz, el banco de Bitcoins que mencionamos hace algunas líneas.
Varios de los correos y documentos que llegaron a las manos de Gizmodo apuntan a una relación muy cercana entre Wright y Kleiman, un veterano de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos que vivió en el Condado de Palm Beach, Florida. Kleiman fue confinado a una silla de ruedas por el resto de su vida después de sufrir un accidente de motocicleta en el año 1995, y se obsesionó con las ciencias forenses informáticas después de esto. Falleció estando en la ruina. Su cuerpo fue encontrado en descomposición en medio de muchas botellas de alcohol vacías, y una pistola cargada. En el suelo había un rastro de heces ensangrentadas y se encontró un agujero de bala en su colchón, aunque no había ningún casquillo de bala en la escena. Pero los documentos obtenidos por Gizmodo sugieren que Kleiman poseía un fideicomiso en Bitcoin con un valor de cientos de millones de dólares, y parece que estaba muy involucrado con el desarrollo de la criptomoneda y los planes de Wright. “Craig, creo que estás loco y esto es muy arriesgado”, le escribe Kleiman a Wright en un correo de 2011, “pero creo en lo que estamos haciendo”.
Los anteriores intentos de desvelar la identidad de Nakamoto
Escribir acerca de Satoshi Nakamoto, el seudónimo del creador de Bitcoin, es un ejercicio traicionero. Publicaciones como el New York Times, Fast Company y el New Yorker han intentado sin éxito conseguir la identidad verdadera de Satoshi. En cada ocasión o la evidencia no ha sido suficiente o los implicados han terminado emitiendo negaciones públicas. Y ahí está Newsweek, cuyo artículo de 2014 debe ser el intento más desastroso en revelar la identidad de Satoshi. La revista señaló a un modesto ingeniero de California, cuyo nombre real de nacimiento es Satoshi Nakamoto pero se daba a conocer como Dorian, como el creador de Bitcoin. La historia resultó generando un frenesí mediático mundial y una persecución en coche y, después de muchas negaciones y amenazas de tomar represalias legales por parte de Dorian, un cúmulo de vergüenza para Newsweek.
Y todo esto significa que el verdadero Satoshi Nakamoto todavía está allí fuera. Y aunque aún Bitcoin no ha hecho eso de revolucionar el mercado libre y establecer una moneda cifrada y libre que sus impulsores anticiparon, la criptomoneda sigue allí, aún existe, y no parece que vaya a dejar de existir: tiene usuarios en todo el mundo, y los analistas estiman que para 2019 ya habrá 5 millones de usuarios. Bitcoin ya no es solo un nicho, es un fenómeno increíble y brillante creado por uno o varios genios. La moneda digital pasó de tener un valor de apenas centavos en 2009 a más de 1.200 dólares por Bitcoin cuatro años más tarde, construida sobre una red que permite enviar dinero de una forma tan sencilla como un correo electrónico, y que tiene como objetivo hacer ver a todo el sistema financiero del mundo como algo obsoleto. Si Satoshi Nakamoto se revelara al mundo, él (o ellos) sería considerado una de las mentes más grandes que jamás han existido en ciencias informáticas, y también sería el objetivo de un enorme escrutinio global.
Quién es Craig Wright
Craig Wright no es una persona modesta. En la página web de Panopticrypt, una de sus muchas compañías, Wright se describe a sí mismo como “el mayor experto en seguridad informática en el mundo”. En mayo de 2013, en un artículo de blog titulado: “Manifiesto Matutino”, Craig proclama al mundo:
Voy a conseguir una solución a problemas que ni siquiera has imaginado, y lo haré sin ningún tipo de permiso de tu parte ni de ningún gobierno. Voy a crear cosas que harán que tus ideas fallen y nunca voy a dejar de producir. Yo nunca viviré conforme y tampoco aceptaré ningún tipo de bien para detenerme. Nunca te ofreceré violencia, pero tu tendrás que usar violencia para detenerme.
Y en un debate con otros expertos en Bitcoin durante octubre de 2015 (incluyendo Nick Szabo, un hombre que muchos sospecharon era el verdadero Satoshi), se le pidió a Wright que se presentara a sí mismo. “Yo hago cosas que las personas no saben que son posibles”, dijo, y cuando un moderador le pidió que se explicara dijo que: “yo soy un poco de todo… tengo un título universitario en leyes, una maestría en estadísticas y varios doctorados. En realidad ya no llevo la cuenta de todos los estudios que tengo hoy en día”. Cuando le preguntaron que por qué se involucró en el mercado de Bitcoins, Wright hizo una pausa antes de decir: “he estado involucrado en esto durante un largo tiempo, pero mantengo mi cabeza baja”.
Esas son solo evidencias circunstanciales, sí, pero los documentos y correos obtenidos por Gizmodo, si son auténticos, muestran a Wright decir que es Satoshi Nakamoto durante muchos años, comenzando en el 2008, mucho antes de que Nakamoto publicara ese legendario documento en el que presentó el Bitcoin al mundo.
La evidencia más convincente de la supuesta cuenta de correo hackeada es un mensaje con fecha de 8 de enero de 2014, en la que Wright envía un correo a tres colegas desde una cuenta llamada “satoshi@vistomail.com”, que es la misma dirección de correo que Nakamoto usó para comunicarse con los primeros usuarios y desarrolladores de Bitcoin. En este correo, con el asunto “Miedo del futuro”, Satoshi@vistomail.com propuso algunas estrategias para involucrar al senador australiano Arthur Sinodinos en materia de regulación de los Bitcoins.
Este correo incluye una firma con el nombre de Satoshi Nakamoto y un número de teléfono que pertenece a Craig Wright. El campo de “responder a”, que especifica a dónde serán enviadas las respuestas que obtenga el mensaje, muestra una dirección de correo que, según Google, pertenece a Craig Wright. También incluido en el lote de mensajes que llegaron a nuestras manos está esta respuesta de Andrew Sommer, un socio de una firma de abogados de Sidney llamada Clayton Utz, la cual representaba a Wright al momento de haber sido intercambiados estos correos.
El hacker que nos envió estos correos también incluyó muchos archivos PDF que incluían lo que parece ser una transcripción de un encuentro sobre la regulación del Bitcoin entre Wright, su abogado, y la Oficina de Impuestos de Australia (o ATO, según sus siglas en inglés), al igual que elbreve encuentro posterior de la ATO y el abogado. Parece que Wright había estado intentando persuadir al gobierno australiano de que consideraran al Bitcoin como una moneda real, y no como un activo sujeto a una alta tasa de impuestos. Sin este cambio en las regulaciones, sus intereses comerciales se verían perjudicados. Durante un breve momento en ese encuentro, Wright confesó de forma casual que él era el verdadero Satoshi, como muestra la imagen a continuación:
Hemos enviado una solicitud de que confirmen la veracidad de la transcripción a Auscript, la empresa que realizó la transcripción cuyo logo aparece en la parte superior de todos los documentos. Pero nos han negado la confirmación, debido a que las políticas de la empresa se basan en mantener la confidencialidad de sus clientes.
Muchas llamadas telefónicas a Wright sugieren que el material que tenemos en nuestras manos al menos no está fabricado o falsificado: en una llamada que le hicimos en noviembre dijo que “no podía hablar al respecto” de los documentos que recibimos o las suposiciones de que él es Satoshi Nakamoto. En otra llamada, en la que leímos algunas líneas de sus supuestos correos electrónicos, Wright, con una voz que denotaba confusión, nos preguntó: “¿cómo obtuvieron eso?”, y dijo “ustedes no deberían tener eso”. También confirmó que las personas a las cuales se les envió copia del correo electrónico eran su abogado, su contador y un colega en una de sus compañías, DeMorgan Ltd. Después de esas dos llamadas Wright dejó de contestar el teléfono, tampoco respondió a nuestros correos electrónicos e hizo privada su cuenta en Twitter.
Andrew Sommer, el abogado, se negó a comentar acerca del contenido de los correos electrónicos y las transcripciones, pero sí confirmó que Wright era su cliente.
Contactada por teléfono, la ex-esposa de Wright, Lynn, recordó que su esposo estaba trabajando en el Bitcoin “hace muchos años”, pero también mencionó que al principio no lo llamaba Bitcoin sino simplemente “dinero digital”. También confirmó la amistad entre Wright y Dave Kleiman: “yo conocí a Dave… Se que ellos eran amigos y hablaban de cosas que estaban pasando en el mundo “geek”, actualidad y cosas de tecnología. “La mitad del tiempo que estaban hablando en realidad yo no escuchaba”, aseguró. Cuando le preguntamos específicamente si Wright era el inventor del Bitcoin, Lynn respondió: “no voy a comentar sobre las cosas que hablamos”.
Ramona Watts es la nueva esposa de Craig Wright, y es directora en su compañía, DeMorgan, además de ser otra de las personas que recibió correos de la cuenta Satoshi@vistomail.com. Cuando nos encontramos con ella en su casa y le preguntamos acerca del papel de su esposo en la creación del Bitcoin, Watts al principio solo sonrió y movió su cabeza, mientras cerraba la puerta. Después de que le preguntamos claramente si Wright era el inventor del Bitcoin sonrió tímidamente de nuevo cerró la puerta por completo.
John Chesher era el contador de Wright, uno de los que recibió correos de parte de la cuenta de email de Satoshi Nakamoto, y estuvo presente en las reuniones con la ATO. Cuando nos acercamos a su casa y logramos comunicarnos con él a través del intercomunicador de su edificio le preguntamos si recibió estos correos respondió: “puede que sí, puede que lo haya hecho… eso fue hace un año”. Después le preguntamos si en algún momento llegó a decirle a la ATO que Wright tenía una suma de Bitcoins tan grande que es equiparable a la de Satoshi y nos dijo: “puede que lo haya hecho”.
Ann Wrightson, una ex-empleada de Wright quien también estuvo presente en las reuniones con la ATO, confirmó a Gizmodo que las reuniones se llevaron a cabo. Ella también específico que desde entonces ha cortado cualquier tipo de lazo tanto con Wright como con Watts y es mucho más feliz ahora: “Personalmente, él es un buen tipo, pero en cuanto a los negocios, no creo que lo sea. Él no es alguien a quien seguir como modelo”. Cuando le preguntamos a Wrightson directamente si Wright había inventado el Bitcoin nos respondió, objetando: “Preferiría no incriminarlo a él ni incriminarme a mi misma. Estoy segura de que si eres un reportero, podrás encontrar otras personas que te respondan eso”.
Cuando un reportero de Gizmodo visitó las oficinas de DeMorgan, Ramona Watts evitó que cualquier empleado hablara con él, como pueden ver en el vídeo anterior.
En un correo electrónico del 28 de marzo de 2008, meses antes de que Satoshi Nakamoto publicara aquel documento en el que presentó al mundo el Bitcoin, Wright pareciera estar divulgando la idea de “una nueva forma de dinero electrónico” a Kleiman por primera vez. Él escribe: “necesito tu ayuda y necesito una nueva versión de mi mismo para que esto funcione”, posiblemente refiriéndose a su próxima identidad, Satoshi.
“Creo que funciono mejor simplemente como mito”
Años más tarde, después de que el valor del Bitcoin ya se había disparado y la moneda ya era conocida por todo el mundo (y meses antes de que las cuentas en línea asociadas son Satoshi Nakamoto desaparecieran), Wright le escribió a Kleiman con un cansancio aparente, sobre todo el secretismo en torno a su identidad: “ya no puedo hacer más lo de Satoshi, ya no me están escuchando. Creo que funciono mejor simplemente como un mito”.
El hacker también nos facilitó un archivo PDF de lo que parece ser un contrato legal incompleto o nunca finalizado entre Wright y Kleiman formando un fideicomiso secreto en Bitcoin que estaría establecido en el paraíso fiscal del Océano Índico, las Islas Seychelles. El contrato muestra un recibo por 1.100.111 Bitcoins a nombre de Dave Kleiman, que debería ser cobrado por Craig Wright el 1 de enero de 2020. Muchos reportes, incluyendo un análisis técnico de Sergio Demian Lerner (experto en materia Bitcoin), aseguran que la fortuna de Satoshi Nakamoto es de aproximadamente 1 millón de Bitcoins, un número que se asemeja bastante al del fideicomiso. También menciona el uso de cinco llaves PGP (archivos que se usan para establecer líneas de comunicación cifradas) que sirven para gestionar el fideicomiso. Al buscar esas llaves en las bases de dato públicas encontramos que una de ellas pertenece a Wright, otra pertenece a Kleiman y dos de ellas pertenecen a Satoshi Nakamoto.
El contrato también incluye una frase claramente incompleta y otros detalles extraños e inconsistentes. Para el 9 de junio, fecha que marca el documento, un Bitcoin tenía el valor de apenas 31 dólares, lo que quiere decir que la fortuna de un millón de Bitcoins tendría un valor equivalente de 31 millones de dólares; pero por alguna razón el documento solo mencionaba un valor de 100.000 dólares. El contrato también afirmaba que Wright estaba en bancarrota. Según los registros públicos de 2006, Wright solicitó un recurso de insolvencia personal pero se lo negaron, sin embargo, no hay ningún registro que hable de un recurso de insolvencia para el año 2011.
El contrato estipula que, si Kleiman muere: “se le darán las acciones del fideicomiso 15 meses después de la muerte, a su discreción”. Pero aún más extraño es que el contrato incluye una cláusula similar para el caso de la muerte de Wright, que si sucediese se tendría que repartir el dinero entre Ramona Watts y su colega, con la excepción de una pequeña suma que estaría destinada a “demostrar las mentiras y el fraude que cometió Adam Westwood de la Oficina de Impuestos en Australia”, un empleado gubernamental australiano que Wright culpó de una resolución reglamentaria que perjudicó a una de sus compañías relacionadas con el Bitcoin.
En el contrato, Kleiman también se comprometía a no divulgar nunca “el origen de la cuenta de correo electrónico satoshin@gmx.com”, una cuenta de email usada por Satoshi Nakamoto para publicar el documento que anunció el Bitcoin al mundo.
Patrick Paige y Carter Conrad, quienes dirigen una empresa llamada “Computer Forensics, LL” en el Condado de Palm Beach, de la cual Kleiman también era socio, tuvieron sus propias sospechas sobre la identidad de Satoshi después de recibir una serie de correos extraños por parte de Wright después de la muerte de Kleiman en 2013.
La muerte de David Kleiman
Días después de que su amigo y socio murió, Paige y Conrad enviaron un correo sobre su muerte a un grupo de socios que pudieron conocer de alguna forma a Kleiman. Él quedó paralizado de la cintura hacia abajo después de sufrir un accidente en moto en el año 1995 mientras trabajaba para el Departamento del Sheriff del Condado de Palm Beach, y pasó los últimos años de su vida siendo hospitalizado constantemente por una serie de infecciones. En contra de la recomendación de sus doctores, Kleiman abandonó el hospital y regresó a su casa después de tres años de tratamientos en 2013, según aseguran Paige y Conrad. La infección detuvo su corazón y lo mató pocas semanas más tarde.
La condición de Kleiman y su hospitalización no hizo más que acentuar su estilo de vida aislado y sedentario. “Ese maldito no hacía más que estar en la computadora”, dijo Paige, lo que quiere decir que la mayoría de las relaciones de Kleiman eran estrictamente digitales, y esos amigos no se iban a enterar de inmediato de su muerte.
Entre los que recibieron ese correo en el 2013 estaba Craig Wright, un hombre que para Paige y Conrad sencillamente mantenía una relación laboral esporádica e informal con su difunto amigo. Wright y Kleiman habían sido los autores de un estudio sobre las mecánicas de sobrescribir los datos en un disco duro cinco años antes, por lo que fue una sorpresa cuando, días después de enviar el correo electrónico, se encontraron con un vídeo plagado de dolor y tristeza sobre Kleiman en el canal de YouTube de Wright. En el vídeo, Wright narra algunas escenas de las apariciones de Kleiman en televisión, de una forma cada vez más emocional. Para el final del vídeo, es evidente que Wright está conteniendo las lárimas. “Estoy orgulloso de decir que conocí a Dave Kleiman”, dice, “te extrañaré, Dave. Eras mi amigo y te extrañaré”.
Paige no sabía qué pensar del vídeo, pero tampoco era una sorpresa muy grande enterarse que Kleiman había mantenido una relación tan intensa y secreta con una persona en el otro lado del mundo. Lo más extraño, sin embargo, fue cuando Paige y Conrad recibieron un documento por correo en sus oficinas meses (con remitente de dirección australiana) después de que falleciera Kleiman, en el que se les notificaba que su socio ya no estaba relacionado legalmente a una compañía llamada “W&K Info Defense Research”. El nombre de esta empresa era completamente desconocido por ellos y, debido a que esta notificación no exigía que ellos realizaran ningún tipo de acción o respuesta, sencillamente lo ignoraron.
Según los registros públicos, W&K fue fundada en el Condado de Palm Beach en el año 2011, con Dave Kleiman como agente y la dirección de su casa como oficina. En el 2014, después de la muerte de Kleiman, fue reinstalada como una nueva empresa con un nuevo agente y una nueva oficina, y Coin-Exch, una de las compañías de Wright, estaba registrada como una “persona autorizada” en W&K. Un documento que supuestamente registra varios minutos de un encuentro entre el abogado de Wright y la ATO, que llegó a las manos de Gizmodo por el mismo hacker, también menciona el nombre de W&K. En el documento el abogado de Wright, John Chesher, se refiere a W&K como “una entidad creada con el propósito de minar Bitcoins”, y asegura que Wright y Kleiman fundaron la compañía juntos.
Fortunas en bitcoin
El documento también muestra a Chesher hablando sobre la espectacular fortuna en Bitcoins de Wright, y menciona que Kleiman también podría haber logrado una fortuna similar:
Craig Wright ha mineado muchísimos Bitcoins. Después de esto tomó sus Bitcoins y se los llevó a las Islas Seychelles como un fideicomiso, aunque una pequeña parte fue enviada a Singapur. Esto lo hizo desde una entidad del Reino Unido. Craig tiene aproximadamente 1.1 millones de Bitcoins actualmente. Hubo una época en la que era el poseedor del 10% de todos los Bitcoins que existían en el mundo. El Señor Kleiman también tendría una fortuna similar, pero lamentablemente falleció.
Según Jeremy Gardner, un inversor en Bitcoins, es casi imposible que alguien más que Satoshi haya logrado semejante cifra de Bitcoins actualmente: “no creo que nadie llegue tan cerca, honestamente”. Sin embargo, Gardner duda que incluso Satoshi pueda tener tal cantidad en la actualidad:
La única persona que podría tener un millón, e imagino que en realidad tiene mucho menos que eso, es Satoshi. Cualquier otra persona que haya llegado cerca de poseer tal cantidad de Bitcoins, algo que dudo que jamás haya sucedido, ya habría liquidado una porción considerable (dado que el valor de sus Bitcoins habría incrementado unas 250 veces).
La única cosa más loca que la legendaria y enorme bóveda de Bitcoins de Satoshi Nakamoto es la idea de otra persona teniendo en sus arcas “una cantidad similar”, a menos que esto estuviera escondido en una especie de fideicomiso secreto.
La próxima vez que Paige y Conrad fueron contactados por Wright fue aún más extraña. Los correos que llegaron a la mano de Gizmodo, cuya autenticidad fue confirmada por Paige y Conrad, muestran que en febrero de 2014, 10 meses después de la muerte de Kleiman, Wright les envió un email al par de socios para decirles sobre un proyecto misterioso en el que trabajó con su difunto amigo. Como parte de este proyecto Kleiman había mineado una cantidad enorme de Bitcoins, “demasiado grande para un correo electrónico”. Wrigth les pidió que se aseguraran de que las computadoras de Kleiman estuviesen a salvo y que revisaran si sus discos duros contenían algún tipo de billetera virtual o partes de software cifrados relacionados a Bitcoins y cuentas en Bitcoins. Después de esto, durante una llamada telefónica con Wright, Paige le pidió más información acerca de su sociedad con Kleiman, a lo que Wright respondió: “¿puedo confiar en ti?”
Según Paige, Wright eventualmente le dijo que Kleiman era el creador del Bitcoin. Más tarde en cambio aclaró que en realidad la criptomoneda fue inventada por un grupo de personas en el que estaba incluido Kleiman. Si eso fuera cierto, es bastante posible que Kleiman tuviera una fortuna para el día de su muerte en abril de 2013. Incluso si solo tuviera la mitad de la fortuna de Satoshi, para el momento de su muerte eso era el equivalente a 65 millones de dólares. Wright le dijo a Paige que no estaba detrás del dinero, solamente quería que este llegara a lo que había acordado con Kleiman y no se perdiera en una bóveda digital para siempre.
Paige estaba sorprendido ante la idea de que su amigo hubiese alcanzado tal logro, y en nuestras conversaciones de vez en cuando se refería a Kleiman como un genio, y realmente su experiencia en seguridad informática parece ser acorde a lo que haría falta para poder crear o contribuir en la creación del Bitcoin.
Las dudas que quedan
Pero aún así, había muchas preguntas. Otro correo de 2014 que llegó a las manos de Gawker muestra a Paige diciéndole a Wright que Kleiman le mencionó el Bitcoin solo una vez, y que no recuerda que la criptomoneda fuera mencionada en básicamente ningún conversación diaria con su socio. Además, según muchas personas que conocían a Kleiman, este necesitaba dinero con urgencia: su casa estaba bajo una ejecución hipotecaria y pasó casi tres años en un hospital antes de morir. Si Dave Kleiman era Satoshi Nakamoto, uno de los varios Satoshis, ¿no habría usado su dinero en algún momento?
Shyaam Sundhar, un profesional de la seguridad informática quien fue coautor de un estudio académico en conjunto con Kleiman y Wright en el año 2008, puso en duda la simple idea de que cualquiera de estos dos hombres estuviera involucrado en la creación del Bitcoin. “Nuestras conversaciones solamente estaban relacionadas a nuestro estudio de disco duros”, respondió en un correo electrónico. “Espero que eso que me dices no sean más que rumores, dado que nunca había escuchado algo así sobre Craig o Dave”.
Page y Conrad dejaron inconclusos sus asuntos con Wright, y este eventualmente (después de ponerse en contacto cion el hermano de Kleiman) dejó de llamarlos y de enviarles correos electrónicos. “Sabíamos que algún día un reportero llegaría a preguntarnos cosas”, dijo Paige.
En noviembre, después de ser contactado por Gawker, Paige le envió un correo a Wright para preguntarle si planeaba anunciar algún tipo de información sobre Kleiman, y por ende sobre su propia relación en la creación del Bitcoin. “Todavía no. Estamos en el proceso de finalizar algunas investigaciones. Esperaba poder estar listo para dar información antes de que los periodistas comenzaran a meter sus narices”, le respondió Wright. Después dijo en otro correo electrónico que “cuando todo salga a la luz, no hay forma de que Dave quede por fuera”.
Mientras estaba vivo Kleiman mantenía una memoria USB cerca de su persona básicamente todo el tiempo. Si de verdad hay algún registro de los Bitcoins de Kleiman o algo que lo relacione a Satoshi, dice Paige, “estoy seguro de que habrá algo de información en ese pendrive”. Según Paige, cuando Kleiman murió, su hermano se hizo con esta memoria.
Ira Kleiman se negó a hablar de forma oficial sobre si tenía en su poder los discos duros de su hermano. Sus conocidos lo describen como alguien muy recatado y que disfruta de su privacidad, por lo que no es de extrañar que no quisiera encontrarse con ningún reportero en persona o hablar por teléfono, optando más bien por intercambiar correos electrónicos y mensajes de texto cifrados durante días. Aseguró que después de la muerte de su hermano, Wright lo contactó y le dijo que él y su hermano estaban involucrados en la creación del Bitcoin, y también asegura poseer documentos que podrían corroborar la información que llegó a las manos de Gizmodo. Sin embargo, Kleiman se negó a darnos ningún tipo de información concreta sobre esos documentos y sus fuentes, y tampoco quiso responder cuando le preguntamos si creía que Wright estaba diciendo la verdad sobre su relación con el Bitcoin.
Reportaje adicional: Daniel Strudwick, desde Sidney, Australia.