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Clara Rockmore la primera mujer electr?nica

Clara Rockmore fue la primera virtuosa de la m?sica de la era de la electr?nica. Hist?ricamente el mundo de la m?sica ha sido siempre un feudo masculino, aspecto este que en el campo de la electr?nica se ha visto m?s acrecentado si cabe, tal vez por la idea aparentemente m?s cientifista que difunde, y que s?lo en ?pocas muy recientes ha sido abordado sin prejuicios de g?nero.

Es por ello todav?a m?s trascendente la aportaci?n de Rockmore en los a?os 30. Considerada la mejor thereminista de todos los tiempos, no recibi? ninguna clase de instrucci?n sobre como interpretar un instrumento nuevo como el theremin, sobre el que no exist?a ning?n m?todo de interpretaci?n establecido. Clara supo encontrarlo y lo desarroll? hasta el punto de convertirlo en el modo cl?sico de interpretarlo. Desde entonces, y han sido muchos los int?rpretes de theremin, ninguno ha logrado adoptar una pose tan elegante, de tal complicidad con el instrumento, de simbiosis instrumento-int?rprete, hasta entonces una caracter?stica s?lo reservada a pianistas o violinistas. Por vez primera un instrumento electr?nico pose?a caracter?sticas sonoras y est?ticas que s?lo ten?an los instrumentos ac?sticos y por fin la m?sica electr?nica hab?a encontrado a su primera gran dama, a su primera gran diva.

La ni?a prodigio
Corr?a finales del a?o 1928, cuando una jovencita de apenas 18 a?os de la comunidad rusa de Nueva York llamada Clara Reisenberg se present? en el Hotel Plaza acompa?ada por un profesor de qu?mica, el Dr. Vinogradov, amigo del c?lebre compositor ruso-estadounidense Joseph Schillinger (1895-1943). El objetivo de la visita a dicho establecimiento era la de conocer a un cient?fico e inventor recientemente llegado de la lejana Uni?n Sovi?tica, de nombre Lev Sergeyevich Termen, que hab?a desarrollado un instrumento musical m?gico que se tocaba sin necesidad de ser tocado f?sicamente. La suite de Termen estaba atestada de invitados y periodistas que quer?an constatar las peculiaridades de tan ins?lito aparato, que el propio inventor ya hab?a demostrado con gran ?xito en una gira que le hab?a llevado por varios pa?ses europeos.

Clara hab?a acudido a la presentaci?n con la intenci?n de distraerse, sin saber lo que se encontrar?a, no obstante, desde un primer momento qued? absolutamente intrigada por el aspecto externo del instrumento, por su calidad est?tica y al mismo tiempo fascinada por la personalidad arrolladora de su creador.

Cuando Theremin muy cort?smente le ofreci? a Clara probar el instrumento que lleva su nombre y la joven alz? los brazos para proceder a tocarlo, probablemente nadie, ni siquiera la propia int?rprete, sab?a que aquel simple gesto iba a cambiar su vida para siempre…

Clara Reisenberg hab?a nacido el 3 de marzo de 1911 en Vilna (Vilnius), Lituania, entonces territorio que formaba parte del Imperio Ruso. Con s?lo tres a?os de edad caus? una tremenda conmoci?n en el Conservatorio Imperial de M?sica de San Petersburgo cuando toc? el piano y demostr? una capacidad inusitada para coger los tonos con facilidad. Leopold Auer (1845-1930), el renombrado y virtuoso violinista, seg?n muchos el mejor del siglo XIX, y profesor de los mejores violinistas del siglo XX, como fueron Jascha Heifetz (1900-1987), Mischa Elman (1891-1967) o Efrem Zimbalist (1889-1985), la acept?como estudiante “no oficial” de viol?n al a?o siguiente. Cuando en su examen de ingreso al Conservatorio se encaram? sobre una mesa como si de una peque?a ni?a prodigio se tratara, dej? asombrado al tribunal presidido por el c?lebre compositor Alexander Glazunov (1865-1936), obteniendo un 5+, la calificaci?n m?s alta posible. Con cinco a?os de edad, se convirti? en la estudiante m?s joven jam?s admitida en el Conservatorio Imperial de San Petersburgo, donde Clara se centr? en el estudio del viol?n. Su hermana mayor, Nadia, nacida en 1904 estudiaba piano. La familia Reisenberg adopt? como residencia la entonces capital del pa?s, con la intenci?n de estar pr?ximos a sus hijas.

No obstante, se viv?an tiempos turbulentos. Durante el per?odo de Guerra Civil que sigui? a la ca?da del zar Nicol?s II y la Revoluci?n Sovi?tica de octubre de 1917, la familia Reisenberg atraves? por momentos precarios y padeci? penalidades y situaciones de persistente hambruna. Hacia 1919, mientras todos los profesores de m?sica hu?an del devastado Petrogrado (antes San Petersburgo), la familia sigui? el mismo camino y regres? a su oriunda Vilna, poniendo fin a los estudios de Clara y de Nadia.

Una vez asentado el r?gimen sovi?tico bajo el gobierno de Lenin, hacia 1920 ella y su hermana Nadia, viajaron por Polonia, Lituania, Alemania y Francia realizando conciertos con gran ?xito en los cuales eran presentadas como ni?as prodigio. As? y todo la situaci?n de inestabilidad social y pol?tica en Rusia era permanente y a finales de 1921 la familia decidi? emigrar a los Estados Unidos.

El 19 de diciembre de 1921, Clara, sus padres y sus hermanas, Anna y Nadia, arribaron a Nueva York como pasajeros de entrepuente en un buque de vapor, portando declaraciones juradas de parientes estadounidenses, en las que certificaban que ten?an planes de asentarse de modo regular en los Estados Unidos. La familia se adapt? pronto a Nueva York, donde se integraron en la importante comunidad rusa de la ciudad. Poco despu?s de llegar, Clara qued? gratamente sorprendida de reencontrarse con su antiguo tutor de viol?n, Leopold Auer, que hab?a emigrado en 1918, y con el que reemprendi? las lecciones que la guerra tan bruscamente hab?a interrumpido.

Clara y Nadia continuaron sus estudios en Estados Unidos, y siguieron ofreciendo recitales de piano y viol?n, pero ese d?a de finales de 1928 lo cambi? todo.

Cuando la joven Clara elev? sus brazos delante de las antenas del theremin, la sensaci?n fue diferente a todo lo que hab?a experimentado con anterioridad. Cada m?nimo gesto de sus brazos y dedos bien calibrados de violinista, as? como una madurada sofisticaci?n musical, le hac?an adoptar una pose tan natural como caminar o respirar, mientras puntuaba el aire con su m?sica. Aquella demostraci?n impact? a todos los asistentes, dado que desde un principio Clara fue capaz de extraer del instrumento notas con gran precisi?n, algo que casi nadie pod?a hacer nada m?s ponerse delante del theremin, y menos de un modo instintivo.

Termen, impactado por la gran habilidad t?cnica de Clara Reisenberg, vio en ella la gran oportunidad de llevar al theremin a su m?ximo potencial como instrumento, al mismo nivel que cualquier otro instrumento tradicional. La habilidad t?cnica de Clara era sensacional, pero lo que realmente le daba ventaja y la distingu?a de otros thereministas a los que el propio Termen instruy? desde su llegada a Norteam?rica a finales de 1927, era su absoluta precisi?n para conseguir los tonos, una cualidad fundamental para alguien que interpreta un instrumento que no le da una referencia visual sobre d?nde se encuentran las notas.

Clara se sent?a muy halagada por los cumplidos del inventor, pero era una “violinista ocupada” con compromisos de concierto que cumplir con Nadia. No obstante, un d?a, mientras ensayaba el Concierto Para Viol?n de Beethoven, experiment? un dolor terrible en su brazo derecho. Ese dolor desemboc? en una persistente debilidad que comenz? a minar su energ?a y a mermar su t?cnica. Las consultas con los especialistas dieron con la ra?z del problema: la malnutrici?n que Clara hab?a padecido cuando era ni?a a causa de la hambruna, durante la Revoluci?n y la Guerra Civil, le hab?a provocado una severa debilidad ?sea. A esas alturas hab?a poco que se pudiera hacer para rehabilitar unos huesos mal formados durante la etapa de crecimiento.

Termen, sabedor de los problemas f?sicos de Clara se present? en su apartamento de la calle 69 con un regalo, un RCA Theremin (un modelo fabricado en serie por la famosa firma estadounidense y del que se construyeron 500 unidades). Clara lo guard? y por hobby lo tocaba de vez en cuando. El viol?n era todav?a capital en su vida.

Desgraciadamente el brazo de Clara no mejoraba y aunque realiz? dos o tres intentos de retomar el viol?n, los m?dicos certificaron que tendr?a que abandonarlo definitivamente. Entre tanto hab?a continuado probando el instrumento de control espacial, tambi?n llamado eter?fono.

Seg?n pasaba el tiempo, Termen experimentaba un inter?s por Clara que iba m?s all? de la mera amistad. Siempre que hab?a fiestas y celebraciones de la comunidad rusa de Nueva York, Clara estaba invitada. Un ejemplo de su atracci?n por ella lo encontramos el 3 de marzo de 1929, el d?a de su decimoctavo aniversario. Termen prepar? para Clara un pastel rodeado por un campo electromagn?tico. Cuando ella se acerc?, el pastel que se encontraba sobre una superficie mec?nica rot? y la ?nica vela que hab?a en el centro se ilumin? como por arte de magia. Lo que naci? como una amistad y una pasi?n com?n por la m?sica, se estaba transformando en amor a ojos de Termen y en fuerte amistad y cari?o para Clara.

A menudo, tres o cuatro noches a la semana, iban juntos a los clubs nocturnos neoyorquinos, ?l con su smoking y ella con vestidos negros de fiesta, siguiendo a las bandas de los m?s importantes hoteles. Termen era un gran bailar?n, y en muchas ocasiones ambos eran confundidos por profesionales, con los focos centrados en ellos mientras las otras parejas les rodeaban y aplaud?an. Seg?n la propia Clara “?l era guapo, ?gil… bailamos y bailamos tanto que se enamor? profundamente de m?”.

La diva del ?ter
Al margen de su relaci?n personal con el inventor, el 1 de abril de 1932 tuvo lugar la presentaci?n en el Carnegie Hall del terpsitone, el nuevo invento en el que Termen hab?a estado trabajando durante diez a?os. En el marco de un concierto el?ctrico el inventor present? adem?s del terpsitone varios de sus instrumentos, como una orquesta con 16 thereministas, el theremin de teclado, el rhythmicon, el theremin cello y el Illumovox, un instrumento ?ptico que generaba variados efectos lum?nicos dependiendo de los cambios de tono efectuados con un theremin. El terpsitone se trataba de un instrumento de control espacial con el cual el bailar?n pod?a controlar el sonido mediante sus movimientos. Una plancha met?lica aislada debajo de la plataforma de baile actuaba como antena para el tono, registrando el movimiento de elevaci?n del cuerpo y el cese del mismo, como cambios relativos en el tono. El funcionamiento b?sico era el mismo que el del theremin, si bien el volumen y el vibrato eran controlados separadamente por un operario detr?s del escenario.

El inventor hab?a estado probando a diferentes bailarines profesionales que fueran capaces de interpretarlo correctamente con resultados infructuosos, hasta que finalmente le pidi? a Clara que lo intentara. A pesar de sus reticencias iniciales, Clara disfrut? con la variedad de posiciones coreogr?ficas que pod?a adoptar para crear una nota determinada, algo que con el theremin estaba limitada a realizarlas s?lo con la mano. Todo su cuerpo estaba dentro del campo musical. Clara demostr? el terpsitone interpretando el Ave Maria de Bach/Gounod acompa?ada por el arpista Carlos Salzedo. Vestida de negro, comenz? a bailar sobre sus rodillas en posici?n de plegaria, levant?ndose lentamente. A pesar de lo avanzado de la propuesta de Termen con la que se adelant? unos 40 a?os a experimentos similares desarrollados en el MIT de Massachussetts, el terpsitone s?lo se utiliz? una vez m?s en una demostraci?n en la Columbia University por parte de Clara y qued? finalmente relegado al olvido.

Hacia 1932, Clara estaba totalmente comprometida en transferir sus sensibilidades musicales del viol?n al theremin, pero no intentar?a un debut en solitario, dejando aparte su presentaci?n del terpsitone, hasta que no hubiera alcanzado el nivel art?stico que ella siempre se hab?a autoexigido, aunque no existiera un precedente para ?l en el theremin. Clara jam?s estudi? la t?cnica del theremin con su inventor m?s all? de tres lecciones introductorias, que fueron m?s demostraciones de los movimientos b?sicos de los brazos que lecciones musicales formales. Practicaba a tiempo completo estudios est?ndar de viol?n copiados de libros de ejercicios para centrarse en su precisi?n t?cnica (escalas, y memorizaci?n de secuencias mel?dicas tales como patrones de notas de dos staccatos y dos legatos), como preparaci?n para su gran debut en Nueva York. Se ejercit? en la t?cnica de control espacial con el rigor que se hab?a aplicado con el viol?n, intuyendo los gestos m?s efectivos. Su inmersi?n en el dominio del instrumento fue tal que desarroll? sus propios gestos y posiciones de las manos. Se dio cuenta de que manteniendo las puntas de sus dedos pulgar e ?ndice de la mano derecha en contacto, pod?a conseguir uniformidad y control del vibrato y extendiendo y contrayendo cada dedo de la misma mano pod?a controlar con precisi?n la melod?a dentro del campo el?ctrico. Esta t?cnica, bautizada por la prensa de la ?poca como “aerial fingering” (digitaci?n a?rea), hab?a sido adaptada de la interpretaci?n del viol?n, y fue la que sent? c?tedra y ha perdurado como el m?todo cl?sico para aprender a tocar el theremin.

Cabe constatar que exist?an en aquella ?poca una docena de thereministas cuyo entusiasmo por el instrumento superaba con creces su habilidad para interpretarlo correctamente. Los casos de Lucie Bigelow Rosen, Lennington Shewell o Juliet Wolfe Shaw, son ejemplos de int?rpretes que se centraban en piezas lentas del repertorio popular y generalmente de escasa dificultad. No obstante, es curioso observar como muchos de estos thereministas obraron m?s -probablemente de modo inconsciente-, dificultando que alentando la aceptaci?n p?blica del instrumento que adoraban, dado que se trataba de personas de clase alta que promocionaban el instrumento en fiestas privadas y reuniones de peque?as elites y no entre las masas populares. Tiempo despu?s muchos cr?ticos llegaron a admitir abiertamente que tras asistir a recitales de Clara Rockmore, hab?an cambiado sus ideas preconcebidas sobre el potencial del theremin, que con su escasa t?cnica esos int?rpretes menos diestros hab?an infundido entre la audiencia y la prensa especializada.

En 1933 y de un modo inesperado, Clara Reisenberg se cas? con Robert Rockmore, un distinguido representante de artistas que hab?a conocido a la edad de 14 a?os. Rockmore estaba bien situado en su profesi?n. Ten?a una larga asociaci?n con el mundo del teatro como apoderado del actor, cantante y activista por los derechos civiles Paul Robeson (1898-1976), y en un tiempo amigo y confidente del dramaturgo Eugene O’Neill (1888-1953). El ?ltimo triunfo de Rockmore hab?a sido su producci?n en la primera obra de teatro de actores afroamericanos en Nueva York, Run, Little Chillun!, que se estren? en Broadway el 1 de marzo de 1933. La boda de Clara fue un duro golpe para Termen, que pocas fechas antes le hab?a pedido matrimonio. Al conocer la noticia s?bitamente rompi? todo contacto con ella.

El 30 de octubre de 1934, Clara realiz? su recital de debut en el Town Hall de Nueva York, con su nuevo apellido de casada, Rockmore. A pesar de que el inventor todav?a manten?a las distancias, el grado de involucraci?n de Clara con el theremin continu?. Ella misma super? sus propias expectativas y desarroll? una consumada t?cnica que ning?n otro int?rprete hab?a alcanzado jam?s. En su ambicioso programa, interpret? Berceuse de Igor Stravinsky, el Andante de la Sinfon?a Espa?ola de Edouard Lalo, Kaddisch de Maurice Ravel y piezas de Bach, Marcello, Goldmark, Glazunov, Rachmaninoff y Tchaikovsky. Pierre Luboschutz la acompa?? al piano y Joseph Yasser al ?rgano. El programa finaliz? con una serie de espirituales cantados por el Hall Johnson Male Sextet apoyados por el theremin y el ?rgano. Supuso el primer intento solista del theremin en un recital completo de piezas leg?timas del repertorio cl?sico. El concierto recab? unas cr?ticas excelentes por parte de la prensa neoyorquina.

Termen finalmente rompi? su largo silencio cuando escuch? a Clara en la interpretaci?n radiof?nica de la pieza de Ravel Kaddisch, acompa?ada por la Alfred Wallenstein Symphonietta. El tel?fono de Clara son? y le dijo en ruso “tocas como un ?ngel”. Termen finalmente se hab?a hecho a la idea de su matrimonio con Robert Rockmore. Quer?a demasiado a Clara como para perder incluso su amistad.

El 14 de agosto de 1937 en un concierto en el Robin Hood Dell con la Philadelphia Orchestra, Termen fue testigo junto a una audiencia de 4500 espectadores, del m?s ambicioso concierto de Clara hasta la fecha: la interpretaci?n de Schelomo de Ernest Bloch en su RCA Theremin, una pieza originalmente compuesta para cello y orquesta, en donde el theremin substitu?a ?ntegramente la parte de violonchelo. El Philadelphia Evening Bulletin la nombr? “gran virtuosa del instrumento” y concluy? que “Una de las mayores metas conseguidas por la se?ora Rockmore ha sido la casi total eliminaci?n del glissando”, aspecto este que resultaba molesto a muchos oyentes. Clara hab?a alcanzado la mayor precisi?n posible en el theremin de RCA, pero su t?cnica era capaz de mucho m?s, y ya demandaba un instrumento con mayor capacidad de respuesta. A pesar de las reticencias iniciales, y seg?n el requerimiento de Clara, Termen comenz? el dise?o de un instrumento hecho a la medida del potencial real de su t?cnica. Ella demandaba un control m?s r?pido sobre el volumen y tambi?n aumentar el rango de octavas, de tres a cinco, con lo cual convertir?a al theremin en un instrumento mucho m?s flexible y perfectamente capaz de interpretar con ?l pasajes musicales mucho m?s r?pidos con mayor precisi?n.

El 15 de septiembre de 1938 Lev Termen desapareci? de Nueva York sin dejar rastro regresando a la Uni?n Sovi?tica, no sin antes entregarle a Clara Rockmore el theremin con las nuevas especificaciones. Su situaci?n econ?mica era acuciante. Los intentos de comercializar sus ?ltimas invenciones extramusicales (alarmas, sistemas de apertura autom?tica de puertas, etc.), hab?an sido un fiasco y exist?an serios problemas con su permiso de residencia. La estrella de Termen en Am?rica se hab?a apagado definitivamente.

El 27 de octubre de 1938, Clara apareci? en el Town Hall de Nueva York en su mayor recital en los ?ltimos cuatro a?os con el flamante theremin mejorado, s?lo seis semanas despu?s de la s?bita partida de Nueva York por parte de Termen. El nuevo theremin ten?a un mueble ligeramente m?s peque?o que el modelo comercial de la RCA porque el amplificador se ubicaba fuera de la caja, lo cual lo convert?a en menos voluminoso. Entre otros cambios, fue adaptado para incorporar sugerimientos que Clara recibi? por parte del pianista Josef Hofmann, entre los que se inclu?an un m?todo para evitar que los tubos de vac?o se calentaran demasiado r?pido, permitiendo que no se tuviera que afinar el instrumento con tanta frecuencia.

Con su hermana Nadia en el piano, Clara llev? a cabo un ambicioso programa centrado por completo en los cuatro movimientos de la Sonata Para Viol?n Y Piano de C?sar Franck (1822-1890). Los resultados fueron excelentes y los cr?ticos de su tiempo consideraron que el instrumento hab?a alcanzado su mayor?a de edad, pudiendo ya ser considerado un instrumento con un alto grado de expresividad, y se sentenci? que el theremin parec?a no poseer l?mites t?cnicos.

Aunque hasta ahora se ha hecho referencia ?nicamente a Clara, cabe decir que su hermana Nadia est? considerada como una de las mejores int?rpretes de la obra pian?stica de Franz Josef Haydn, y fue tutora de algunos de los mayores virtuosos del piano de su ?poca. Clara se refiri? a su colaboraci?n con su hermana en los siguientes t?rminos: “?ramos como una sola alma, un solo cuerpo y un ?nico par de o?dos”.

En el oto?o de 1940, Clara Rockmore inici? una gira de conciertos junto a Paul Robeson, un cantante de espirituales y actor de color, que a?os m?s tarde fue inhabilitado por el Comit? de Actividades Anti-Americanas durante el macartismo, dada su militancia comunista y su lucha por los derechos civiles de los afroamericanos. Robeson hab?a realizado diversos viajes a la Uni?n Sovi?tica entre 1934 y 1937, y era un buen amigo de Robert Rockmore. Clara y Paul a su vez se hicieron grandes amigos, llegando incluso a hablar en ruso durante las giras, para mayor confusi?n de propios y extra?os. Ella le llamaba “Pavlik” y ?l a ella “Clarochka”. En concierto interpretaban separadamente, en sets alternos (?l el primero y el tercero y Clara el segundo), cada uno con un pianista diferente. Clara se acompa?aba por Eugene Helmer. Tras el intermedio Clara abr?a la segunda parte del concierto y Paul lo conclu?a. Clara en esta primera gira de costa a costa de Estados Unidos interpret? piezas de Brahms, Bach y Ravel.

Un segundo “tour” tuvo lugar durante el oto?o de 1941 con William Schatzkamer como pianista, que les llev? desde el medio oeste hasta Ottawa, cruzaron Canad?, actuaron en Winnipeg, Vancouver, y hacia el sur en el estado de Washington, Oregon y en California (San Francisco y Los ?ngeles). En Diciembre concluy? la gira y Clara retorn? en el expreso Santa F? Chief a Nueva York.

Por ?ltimo, en octubre de 1942, Clara y Paul realizaron una tercera gira, la m?s larga hasta la fecha, que dur? seis meses, y les llev? por todo el pa?s y Canad?. Fueron unos 70 conciertos (uno cada dos o tres d?as). El ?xito fue muy grande, y como Clara coment? tiempo despu?s “Disfrut? de un gran reconocimiento y audiencias que jam?s habr?a conseguido por mi misma”.

Durante aquella ?poca, Clara Rockmore tambi?n contempl? la idea de interpretar nuevos trabajos para el theremin y no s?lo circunscribirse al repertorio cl?sico, incluso espole? a los compositores para que escribieran piezas para el eter?fono, pero aunque algunos incluyeron el theremin en sus composiciones, ella siempre quiso interpretar m?sica mel?dica, porque consideraba que esencialmente el theremin era un instrumento mel?dico. En un gesto de cierto divismo por su parte, como la mayor parte de las piezas contempor?neas no le gustaban, no las interpretaba. Muy ocasionalmente interpretaba piezas en la tradici?n rom?ntica de compositores contempor?neos como Erich Korngold (1897-1957), Joseph Achron (1886-1943), y Alexander Grechaninov (1864-1956). No obstante, Clara siempre fue muy peculiar al respecto de su arte. Por ejemplo era muy meticulosa en relaci?n al espacio que necesitaba para tocar, dado que el theremin necesitaba un ?rea alrededor del mismo para ser interpretado seg?n sus criterios. No aceptaba c?maras, periodistas e incluso a la propia orquesta invadiendo su espacio. Asimismo demandaba una ubicaci?n muy determinada para el altavoz del theremin, que ella siempre situaba detr?s de ella, ligeramente por encima de su cabeza y orientado hacia la audiencia. Con este emplazamiento pod?a escuchar f?cilmente el efecto de sus movimientos con las manos, aplicando las oportunas correcciones de tono, volumen o timbre antes de que la audiencia se apercibiera de ellas.

En 1944 Leopold Stokowski (1882-1977), pens? que ya era hora de realizar una composici?n para el theremin. Stokowski sent?a una gran admiraci?n por Clara, a la que consideraba que “pod?a hacer m?sica sobre el fog?n de una cocina”. En los a?os 30 Stokowski estaba tan entusiasmado con el theremin y otros instrumentos electr?nicos, que hab?a pensado en crear una orquesta el?ctrica, pero sus planes quedaron en una simple declaraci?n de intenciones dada la poca capacidad de utilizar dichos instrumentos como orquestales, por tanto se concentr? en el theremin como instrumento solista. Con el prop?sito de que Clara lo interpretara, Stokowski le encarg? la composici?n de un concierto para theremin y orquesta al compositor y pianista de origen sirio-chipriota Anis Fuleihan (1900-1970), cuyas m?s rese?ables composiciones proven?an de la d?cada de 1930. Compositor y solista otorgaron especial importancia a los aspectos t?cnicos, y Fuleihan produjo un concierto completo de tres movimientos. Clara present? el concierto con Stokowski como director y la New York City Symphony el 26 de febrero de 1945 en el New York City Center. La cr?tica fue un?nime, y se exaltaron tanto las cualidades de Clara como int?rprete, como la calidad de la pieza de Fuleihan.

En el marco de esta vor?gine de ?xito, Hollywood entr? en escena. Para el film de Alfred Hitchcock Spellbound (Recuerda, 1945), el compositor de la m?sica Mikl?s R?zsa (1907-1995), cre? un complejo solo para theremin. Se le ofreci? a Clara Rockmore una sustanciosa cantidad por la interpretaci?n de dicha parte. No obstante, Clara rechaz? la oferta debido al uso fr?volo que Hollywood le ten?a reservado al instrumento, tratando de crear sugesti?n, terror, angustia en el oyente, mediante la creaci?n de efectos, no m?sica. El enfoque de Clara con el theremin estaba en las ant?podas delque le pretend?a dar el mundo del cine. Ella interpretaba m?sica seria, no aspiraba simplemente a asustar al p?blico, a convertir su instrumento en una curiosidad de feria. Finalmente, el thereminista que interpret? la pieza, y que a la postre se convertir?a en c?lebre fue el Dr. Samuel Hoffman (1904-1968), un quiropodista de Nueva York, que por las noches y de modo amateur tocaba el theremin en diversos clubs de la ciudad. Hollywood utiliz? el instrumento en films como The Lost Weekend (D?as Sin Huella, 1945), The Day The Earth Stood Still (Ultim?tum A La Tierra, 1951), y como un elemento c?mico en la propia pel?cula como es el caso de The Delicate Delinquent (Delicado Delincuente, 1957), protagonizada por el comediante Jerry Lewis. No obstante, las pel?culas que incluyen el instrumento desde entonces se pueden contar por centenares y abarcan todos los g?neros.

La partitura de Spellbound consigui? el Oscar de la Academia, y el theremin obtuvo el reconocimientoinmediato. Por su parte Hoffman, fue, probablemente sin saberlo, el primero que le dio al p?blico en general, su primera gran dosis de m?sica electr?nica, y cre? una asociaci?n mental en el subconsciente popular entre el sonido del theremin y las pel?culas de ciencia ficci?n de serie B, aspecto este que probablemente ha marcado a varias generaciones.

El 30 de julio de 1947, un p?blico de 450 espectadores en el Manhattan Lewisohn Stadium escuch? el Concerto de Fuleihan con la New York Philharmonic Symphony, dirigida por el compositor Bernard Herrmann y Clara Rockmore al theremin. En enero de 1948 Clara interpret? nuevamente a Fuleihan con la Philadelphia Orchestra bajo la batuta de Alexander Hilsberg en la Academy Of Music.

Clara continu? realizando conciertos hasta 1954, fecha tras la cual entr? en un per?odo de aparente inactividad del que s?lo reaparec?a ocasionalmente para ofrecer alguna entrevista o conciertos privados. El theremin era requerido fundamentalmente para crear efectos sonoros en el cine, pero no como instrumento de concierto. Pocas eran las piezas musicales nuevas que lo inclu?an y no sol?an ser representadas en muchas ocasiones. Asimismo, Clara tras su retirada se dedic? a dar clases particulares de theremin de modo ocasional, dado que el dinero no era un problema para el matrimonio Rockmore. Cuando el profesor Termen todav?a resid?a en Estados Unidos, Clara fue la ?nica thereminista a la que autoriz? a ense?ar el m?todo de interpretaci?n del instrumento.

En 1961, un joven ingeniero neoyorquino reci?n licenciado en f?sica por la Universidad de Cornell llamado Robert Albert Moog entr? en contacto con Clara Rockmore. Desde que era un adolescente hab?a estudiado los esquemas y diagramas del RCA Theremin y estaba tan fascinado con el invento que hab?a comenzado a fabricar su versi?n del theremin en su propia empresa R. A. Moog Company (m?s tarde Moog Music Inc.). Clara le recibi? muy amablemente en su apartamento de la Calle 57 de Nueva York. El joven tra?a un theremin con la intenci?n de que la diva lo probara y le diera su opini?n. Clara Rockmore le dijo que si quer?a que lo tomara como un tipo serio tendr?a que construir un instrumento mucho mejor. As? y todo el joven no se amedrent? y sigui? trabajando en pos de su idea de crear instrumentos electr?nicos.

En mayo de 1962 Robert y Clara Rockmore estaban de visita tur?stica en Rusia. Mientras estaban en Mosc? pensaron en Lev Termen, pero ya hab?a pasado un cuarto de siglo desde que lo hab?an visto por ?ltima vez. Una noche, durante una cena con un cient?fico, Robert Rockmore le pregunt? por pura curiosidad si sab?a algo de un inventor llamado Termen. El cient?fico, contest? como quien no quiere la cosa “he almorzado con ?l hoy”. Clara casi se desmay? al escuchar estas palabras.

Quedaban pocos d?as para que el matrimonio Rockmore abandonara la Uni?n Sovi?tica, por tanto no pod?an recurrir a los cauces oficiales para reencontrarse con el inventor. Al d?a siguiente y por medio de la recepcionista de su hotel se arregl? una conversaci?n telef?nica con ?l. La misma voz que Clara recordaba son? al otro lado del aparato. Su reencuentro se produjo en una estaci?n de metro, un lugar id?neo para mitigar las voces de su conversaci?n y las escuchas indiscretas de los servicios de seguridad. Al d?a siguiente de este breve encuentro, el matrimonio Rockmore ten?a que asistir a una representaci?n teatral. Termen les dijo que durante el intermedio salieran. ?l estaba fuera esper?ndoles en un taxi que les condujo al apartamento de Termen en el complejo de viviendas Leninsky Prospekt, donde pasaron una velada muy musical con la esposa y las hijas del inventor.

En 1969, el joven constructor amateur de theremines Robert Albert Moog se hab?a convertido en Bob Moog, el principal art?fice de la introducci?n del sintetizador en la m?sica popular, y esta vez Clara s? lo tom? seriamente y mejor? su opini?n sobre los theremines que fabricaba su empresa. Desde entonces Moog y Clara Rockmore se hicieron buenos amigos, hasta tal punto que la diva del ?ter accedi? a que el fabricante de sintetizadores le restaurara el theremin que Lev Termen hab?a construido para ella en 1934, con la ayuda y supervisi?n de Mike Jasen el ingeniero de Rockmore desde hac?a varias d?cadas.