Durante los últimos 70 años se han realizado miles de estudios científicos sobre la medi- tación y sus efectos positivos (psicológicos, fisiológicos y sociológicos) aplicados al ren- dimiento cognitivo, al equilibrio emocional, la salud, la empatía y el bienestar general. El interés por este tipo de estudios científicos ha ido creciendo de forma casi exponencial año tras año y muchas revistas científicas (más de un centenar) incluyen cada vez más publica- ciones sobre esta temática.
La meditación es hoy reconocida como prác- tica idónea para el entrenamiento mental, emocional y para el proceso de aprender a aprender. Los estudios conductuales y neuro- fisiológicos han demostrado que la meditación mejora el rendimiento de atención (Lutz et al., 2008). A pesar de estas bondades demostradas, la meditación es aún ampliamente descono- cida en Occidente o despreciada debido a falta de información adecuada.
Al igual que el ejercicio en el gimnasio mejora el tono muscular y su resultado perdura en el tiempo, los resultados de la meditación (desde ocho semanas en adelante para algu- nas de estas meditaciones) muestran cambios duraderos en el cerebro y regiones específicas según la práctica realizada. Las modificacio- nes neurofisiológicas y psicológicas inducidas por la práctica de la meditación y mantenidas en el tiempo han sido sistemáticamente demostradas por la neurociencia. También se ha demostrado que la práctica de la medita- ción favorece la plasticidad cerebral y, como consecuencia, genera varios beneficios para la salud mental y física, así como para el rendimiento cognitivo
Qué es la meditación y qué es Mindfulness
La meditación es un entrenamiento mental que involucra una atención enfocada con el propósito de autoactualización o desarrollo del ser.
La meditación consiste en diversas prácticas para estar tranquilo y enfocado; es un estado de atención concentrada; se refiere al acto deliberado de estar presente, como un testigo de cada acción y suceso, así como de regular la atención sobre algo del mundo externo (obje- tos, sonidos, olores, temperatura ambiente, etc.) o del mundo interno (pensamientos, emociones, percepciones, estados del cuerpo, imaginación guiada, la propia consciencia, o el propio estado de concentración) o del enlace entre estos dos mundos: la respiración consciente. A todo lo anterior se le conoce hoy como meditación de atención focalizada.
La palabra Mindfulness (antiguo sinónimo en inglés de attention) es una de las primeras traducciones que se hicieron de la palabra sati en pali, un idioma vernacular similar al sánscrito que se hablaba en la época en que el Buda comenzó a enseñar hace 2500 años. Sati es la nominaliza- ción del verbo sarati que significa rememorar o recordar. Puesto que recordar es precisamente traer al presente, en su concepción última, sati o Mindfulness es la capacidad humana básica de poder estar en el presente y de recordar estar en el presente, es decir, volver constante- mente al aquí y al ahora.
La definición más utilizada de Mindfulness es “prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”
Curiosamente, tanto meditar como medicina poseen una similitud etimológica. Medicina viene del latín medicus, que a su vez proviene de mederi (cuidar, curar, tratar). El verbo meditar viene del latín meditari (meditar, considerar); ambas, a su vez, derivan de la raíz indoeuropea *med- (reflexionar; medir, tomar medidas adecuadas).
Desde el punto de vista científico, la práctica de la meditación es una forma de entrenar las funciones cognitivas y desencadenar la plasti- cidad cerebral.
Se reconoce la meditación como un estado cognitivo complejo que induce modificaciones neurofisiológicas y psicológicas, y que la neu- rociencia ha estudiado sistemáticamente con respecto a su beneficio potencial para la salud mental y física.
Beneficios científicos de la meditación
Durante los 70 años la investigación científica sobre meditación demostró el vínculo existente entre los efectos positivos de la meditación y varias modificaciones en áreas específicas del cerebro, según la práctica realizada.
Se ha encontrado gran cantidad de resultados sobre los beneficios que suceden: uno, durante la práctica de meditación; dos, posteriores a la práctica (que además se sostienen en el tiempo); y tres, otros múltiples beneficios en meditadores expertos de larga trayectoria.
Los resultados indican que la meditación mejora áreas del cerebro involucradas en el procesamiento de información autorelevante, autorregulación, resolución de conflictos, comportamiento adaptativo e interocepción. Los resultados también muestran que la prác- tica de la meditación induce modificaciones cerebrales funcionales y estructurales en meditadores expertos, aporta mejoras espe- cialmente en procesos de autorreferencia como la autoconciencia y la autorregulación. Estos resultados demuestran que las técnicas de meditación podrían adoptarse en pobla- ciones clínicas y para prevenir enfermedades.
La lista de beneficios y mejoras en la salud física y mental es enorme y aquí se muestran algunos de ellos.
La meditación reduce: síntomas de depresión, estrés somático, dolor crónico, hostilidad y conflictos interpersonales, ansiedad, reac- tividad, uso de sustancias psicotrópicas y envejecimiento cerebral.
La meditación aumenta las cualidades per- sonales de autoestima, curiosidad abierta, creatividad, amabilidad, empatía, compasión, aceptación, confianza, paciencia sin esfuerzo, resiliencia, retención cognitiva y la capacidad de enfocar, prestar y cambiar de atención a voluntad favoreciendo la concentración y el rendimiento académico.
Se ha demostrado el incremento de los sen- timientos de alegría, bienestar, optimismo y de emociones positivas; de habilidades sociales, calidad del sueño, autoconciencia y autocuidado.
Conclusión
En pocas palabras, la ciencia confirma la experiencia de millones de practicantes: la meditación mejora la salud y ayuda a preve- nir múltiples dolencias, aumenta la felicidad y mejorar el rendimiento en prácticamente cualquier tarea, física o mental. Es una pode- rosa herramienta de entrenamiento mental que exige disciplina para que sea practicada de manera constante (a diario) y así obtener los mejores resultados. Hay meditaciones para todos los gustos y necesidades.
Seguirá en crecimiento el auge de investigacio- nes, pues aún falta mucho por descubrir con respecto al cuarto y quinto estado de cons- ciencia y al despertar del “testigo u observador desapegado, o conciencia cósmica”, como fina- lidad última de la práctica meditativa.
fuente – Science and meditation Ana María Krohne Pombo