China es la sede de producción de la mayoría de los cigarrillos electrónicos desechables, este país ha puesto reglas al consumo interno: se ha prohibido la venta de vaporizadores con sabores distintos del tabaco porque resultan más atractivos para los jóvenes y menores de edad. Ante ello, los fabricantes buscan mercados donde este tipo de vapeadores ingresen sin problemas. Así han llegado también a toda Sudamérica.
Los vapeadores desechables pertenecen a la cuarta generación de cigarrillos electrónicos, el último grupo de dispositivos que ha desarrollado esta industria y que, a diferencia de sus predecesores, se han diseñado para seducir a la Generación Z (los nacidos entre 1997 y 2012), una población que creció con mayor conciencia de que fumar tabaco mata, pero que percibe los vapeadores como inofensivos. “Los fabricantes usan una estética de colores brillantes para enganchar a los menores de edad y ofrecen múltiples sabores que hacen que piensen que son benignos y divertidos”, dice la psicóloga y profesora de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de Harvard, Susan Linn. El problema con estos dispositivos de un solo uso está en que, además de generar un mayor volumen de desperdicios, varios utilizan sales de nicotina que permiten inhalar mayores concentraciones de nicotina sin que los usuarios estén plenamente informados de ello o puedan saber con claridad todo lo que inhalan.
No declaran su composición
Las importadoras que traen los vapeadores desechables no tienen la obligación de declarar qué sustancias contienen para conseguir un registro sanitario. Solo los registran en Aduanas como dispositivos electrónicos y, en algunos casos, han pasado como cosméticos. Luego, van directamente a las tiendas distribuidoras y comercializadoras.
Si se aprueba bajo los términos en los que actualmente está redactado el proyecto de ley unificado, podría terminar beneficiando a las empresas de cigarrillos electrónicos, ya que solo se les pide que 70% de ambas caras del empaque de los vapeadores deben incluir frases o imágenes que adviertan sobre los riesgos para la salud y que lleven impresa la frase “prohibida su venta a menores de 18 años”.
Epidemia en USA
El consumo de vapeadores entre el público adolescente y joven en Estados Unidos se ha convertido en una epidemia: la última encuesta nacional, realizada a estudiantes menores de 21 años, evidenció que 6 de cada 10 estudiantes que vapean utilizan cigarrillos electrónicos desechables. Además, 9 de cada 10 usuarios prefiere los productos con sabor, siendo fruta, dulces y menta los más consumidos.
Europa ya están prohibidos por sustancias peligrosas , alto contenido de Nicotina ( solo existen sin Nicotina ) y por contaminar.
“Los vaporizadores de un solo uso están diseñados como una sola unidad, por lo que las baterías no se pueden separar del plástico, lo que los hace casi imposibles de reciclar sin pasar por un tratamiento especial”, agregó la asociación en un comunicado. Además de altas dosis de Nicotina donde por estos motivos ya han sido retirados del mercado.
Un total de 12 ministros de salud de la UE, encabezados por la danesa Sophie Løhde, han respaldado un documento que pide a la Comisión Europea que proponga una nueva legislación, que podría incluir la prohibición de los vaporizadores aromatizados y la limitación del contenido de nicotina.