“El Picotódromo” logró reencontrarnos en una experiencia donde la unidad y el trabajo en conjunto fueron la base de todo. La gente que ama esta cultura se organizó con el fin de crear un espacio armonioso para los picós y demostrar que esta tradición lo merece todo. Los exclusivos, la calidad técnica, la historia y la riqueza visual, fueron elementos que nos reunieron en este espacio donde cada soundsystem brilló con su propio estilo, mostrando la variedad, la identidad, la calidad y el verdadero propósito, demostrando la enorme riqueza del universo picotero y la importancia de colaborar para que esta pueda ser reconocida a nivel nacional e internacional.
EL vital escenario de reconciliación, fundamental para la construcción de valores en común. En estos rostros y en este camino, solo se puede ver amor: amor por las raíces, amor por la memoria, por el sonido y el poder de la música no solo como medio de expresión sino como un camino de enseñanza ilimitada en torno a la idea del colectivo como entre transformador.
Esta es solo una manera de decir que todo lo que nos proponemos lo podemos lograr. Este encuentro es la evidencia de un enorme logro colectivo.¡Gracias a todos los que hacen esto posible, esperamos volver!