La cosa fue más o menos así: En 1988 Mark conoce a Derrick Carter en una tienda de discos de Chicago. Mark comienza a interesarse en la música house. Mark entra en el mundo de las mezclas y comienza a hacer historia.
Poco después de este encuentro, el norteamericano Mark Farina deja de lado sus oficios musicales, que incluyeron ser trompetista, baterista y dj para una estación de radio local, para enfocarse de lleno en un ambiente de tornamesas y pistas de baile. De esta forma comienza a crear el que hoy es conocido como Mushroom Jazz, un estilo en el que combina jazz, hiphop y ritmos urbanos hacia un contexto sensual y de colorida vibra. Por otro lado, su fusión personalizada de elementos jazz, downtempo, disco y las formas más puristas del house comienza a ganar cada vez más adeptos, resultando en el inicio de interminables giras que lo mantienen hasta el día de hoy como número principal en fiestas desarrolladas en los clubs y festivales más importantes del globo, destacando una reciente serie de presentaciones en formato b2b junto a sus grandes amigos Dj Sneak y el mencionado Carter.
Con un estilo propio, que crea para si mismo un punto intermedio entre los sonidos de Chicago, San Francisco y Detroit, y una destreza técnica que pocos han logrado desarrollar, Mark Farina continúa conquistando a cada público frente al que se presenta con una selección basada en un gusto delicado, ecléctico y acertado. Una auténtica carga histórica que, independiente la personalidad musical que entregue, sabe adaptarse a contextos y cumplir la que después de todo es su tarea: hacer bailar.
