Asgardia debutaba oficialmente el pasado 12 de octubre en París de la mano de su fundador, el doctor y empresario ruso Igor Ashurbeyli. El objetivo del proyecto es crear un espacio (aunque por el momento sea solo virtual) para el desarrollo científico y para tratar de impedir que los conflictos terrestres se trasladen al espacio.
La parte, digamos, humanitaria de Asgardia suena utópica, pero la cara científica pretende ser muy real. Ashurbeyli se propone lanzar el primer satélite de esta nueva nación entre 2017 o 2018, y su idea es dar total libertad al desarrollo científico y tecnológico bajo su jurisdicción, o sea, en el satélite.
De momento, Asgardia no es un país real porque no está reconocido como tal. Primero tiene que obtener la aprobación de Naciones Unidas. La solicitud para ello ya está en camino.
En cuanto a cómo obtener la nacionalidad, es tan sencillo como solicitarlo de forma simbólica en su página web. Si Naciones Unidas concede al proyecto el estatus de país (cosa bastante improbable), los inscritos deberán tramitar el resto de documentación oficial que les dará su pasaporte oficial asgardiano (martillo mitológico no incluido).
En algunos países la doble nacionalidad está prohibida o limitada, así que cada cuál probablemente deberá consultar primero con la administración de su país. Pero eso será en el futuro. De momento Asgardia es una idea bastante bonita, con mucho de estrafalario, y no exenta de cierto riesgo en eso de permitir la investigación científica sin ningún tipo de imitación. Veremos que dice la comunidad internacional.
Si además de ser Asgardiano quieres colaborar con la nueva nación puedes hacerlo en el concurso que han puesto en marcha para diseñar su bandera, su insignia, y un himno nacional. En cuento conozcamos los primeros candidatos os lo haremos saber. Esperemos que el himno no empiece por “Oh! Asgardie Mc Asgardianface…”. Va a ser muy interesante.
