Las fotos ya indicaban que habia hielo, pero no permitian asegurar que fuese agua congelada. Un analisis quimico realizado in situ por la nave de la NASA ha confirmado que en ese hielo esta presente la composicion atomica del agua. El descubrimiento abre la puerta al establecimiento de bases permanentes de investigacion
“Tenemos agua”. Esta confirmacion historica, realizada por William Boynton, de la Universidad de Arizona, pone fin a casi dos meses de especulaciones sobre la presencia del liquido en la superficie de Marte.
Lo cierto es que el hallazgo no ha sido ni mucho menos casual. Desde la llegada de la sonda Phoenix a Marte, hace ya 67 dias, los cientificos trabajaban para confirmar la hipotesis de partida para toda la mision: en el polo norte del planeta vecino se daban las condiciones para que pudiese encontrarse agua congelada.
Como reconocen los responsables de la mision, esa presencia habia quedado confirmada solo en parte, de forma visual, porlas fotografias tomadas desde el espacio por el satelite Mars Odyssey, y por algunas imagenes enviadas por la Phoenix.
Pruebas, no indicios
Esta vez, sin embargo, la confirmación es distinta. “Es la primera vez que se ha tocado y probado agua marciana”, afirma Boynton, refiriéndose a la certeza que ha dado el análisis químico realizado in situ por la nave a una muestra de ese hielo, recogido de sus proximidades.
Para realizar esa prueba, hace semanas que la NASA intentaba una tarea en apariencia sencilla, pero que resultó ser más complicada de lo que se creía.
Tras elegir un lugar del que recoger las muestras, y realizar decenas de simulacros, el control de la misión en Tierra instruyó al robot para que profundizase en una diminuta zanja excavada por él (de unos 23 centímetros de largo por menos de 10 de ancho y apenas 5 de fondo), extrajese unos pocos gramos de material, y los depositase sobre la entrada del horno donde debía vaporizarse, y revelar así su composición química.
Intentos fallidos
El problema es que en el primer intento la sonda no fue lo bastante rápida. El material se adhería a su pala, y para cuando podía soltarse ya era demasiado tarde: se había evaporado.
Intentos sucesivos lograron por fin introducir en el horno de análisis parte de esas muestras del suelo marciano. Fue el miércoles pasado, y pocas horas después los científicos comenzaron a analizar los resultados obtenidos, sin ningún género de dudas: hay agua.
No hay descanso para Phoenix
La misión de Phoenix, que descendió el 25 de mayo en un sector del polo norte marciano, debía durar tres meses y en principio estaba previsto que concluyese en agosto, tras la ‘muerte’ del robot por falta de energía.
Sin embargo, en vista de los éxitos conseguidos y de que su rendimiento no decae, la fecha de finalización ha sido extendida hasta el 30 de septiembre, según ha confirmado hoy la NASA.
“Phoenix disfruta de buena salud y las proyecciones en lo que se refiere a su energía solar son buenas y queremos aprovechar este recurso en uno de los puntos más interesantes del planeta”, afirma Michael Meyer, científico del Programa de Exploración de Marte.