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Escuchar música podría retrasar la degeneración del ADN

Escuchar música podría retrasar la degeneración del ADN

La revista Psyciencia expuso hallazgos de la Dra. Elizabeth Blackburn (Premio Nobel de Medicina 2009) y la Dra. Elissa Epel, donde argumentan en el libro titulado “The Telomere Effect”, en el capítulo 5 “Mind Your Telomeres: Negative Thinking, Resilient Thinking” que una serie de constructos psicológicos propuestos podrían mediar entre el estrés y los telómeros. Es decir, existen determinados constructos psicológicos como son la aceptación, la compasión y la meditación que parecen estar asociados a una longevidad telomérica significativamente mayor.Escuchar música podría retrasar la degeneración del ADNEn otras palabras, procesos como la meditación que se componen de pensamientos guiados y conscientes a través de sonidos musicales ayudarían a reducir el estrés celular y por tanto prevenir el envejecimiento y la enfermedad. Para comprender esta idea es necesario explicar que los telómeros son unos complejos de nucleoproteínas que se encuentran situados en los extremos de los cromosomas y cuya misión principal es proteger la degradación del ADN en el proceso de replicación. Además están involucradas en enfermedades tan importantes como el cáncer.

Desde un punto de vista psicológico, es interesante conocer que la variable “estrés percibido” también está asociada con el acortamiento telomérico.

Las células humanas no son inmortales y solo se dividen un número determinado de veces ¿Qué determina este límite de divisiones? Los telómeros. La consecuencia es que, con los años, los telómeros se van acortando, la célula envejece y el órgano (corazón, pulmones, retina, piel, etc.) está más expuesto a la enfermedad. Por tanto, se suele entender la longitud de telómeros como un biomarcador del proceso de envejecimiento.Escuchar música podría retrasar la degeneración del ADNLa literatura científica ha señalado que existen factores ambientales que aceleran este acortamiento telomérico. Por ejemplo, padecer sobrepeso, consumir importantes cantidades de alcohol o tabaco o no tener un sueño reparador. Es decir, que un fumador habitual con una edad cronológica de 60 años, en términos biológicos y según sus células podría tener 65 años. Lo que es interesante es que lo contrario también se da. Personas de 50 años que sigan dieta mediterránea, sueño reparador y hagan deporte con regularidad podrían estar en torno a los 45 años a nivel celular.