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No se dice EDM, se dice música electrónica

No se dice EDM, se dice música electrónica

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 Últimamente en todos lados aparecen las siglas EDM. Que si Avicii es EDM, que si el rey del EDM, que si esto es EDM o que si lo otro es EDM… ¿Pero que es eso del EDM?

Comencemos aclarando que el término es un invento reciente de los gringos. Según ellos, el EDM o Electronic Dance Music engloba a Avicii, Pitbull y a Jean Michelle Jarre.  Es decir, todos los géneros se los pasaron por el arco del triunfo y decidieron englobar todo en tres siglas.  ¿Qué si el trance? ¿Qué si el house? ¿Qué si la electro cumbia huapango? Neeeeeeeeeeeeeel, la manga que, todos los géneros en un mismo saco para ahorrarse problemas.

A partir de entonces la etiqueta la han usado, sobretodo los más jóvenes y un chingo muchos wannabes para referirse a algo que no entienden: La música electrónica.  Sí, esos que tenemos más de 23 años  disfrutamos, por géneros, por estilo, vamos, todo lo que la hace diferente.

Mamá Wikipedia dice lo siguiente acerca del EDM:

“Música electrónica de baile, también conocida como EDM (por su acrónimo en inglés) o simplemente dance, es un tipo de música electrónica producida principalmente para su uso en el contexto de una discoteca, o en un entorno centrado en una forma de ocio basada en el baile. La música es creada en gran medida para su reproducción por disc jockeys y con la intención de ser escuchada en una sesión continua del DJ, en la que el DJ progresa de un disco al siguiente a través de su mezcla sincronizada.

La música electrónica de baile comprende un amplio espectro de géneros musicales de contenido percusivo que, en buena medida, son herederos de la música electrónica de Kraftwerk y de la música disco de los años 1970. Esta música nació y fue popularizada en diferentes escenas de clubs nocturnos en los años 1980. Hacia comienzos de los años 1990, la presencia de la música electrónica de baile dentro de la cultura contemporánea se había extendido ampliamente, comenzando a ser estudiada académicamente en áreas científicas como la historia, la cultura y la sociología. Para su creación se utilizan instrumentos electrónicos como el sintetizador, la caja de ritmos y el secuenciador. Generalmente se enfatizan los sonidos únicos de estos instrumentos, incluso cuando se imita el sonido de otros instrumentos acústicos tradicionales. En ocasiones comprende también música no destinada primariamente al baile, pero que está derivada en todo caso de algún género de música electrónica orientado al baile.”

 

Lo que les decía, simplemente unos gringos huevones, decidieron meter todo en la misma bolsa. En los últimos años, sobretodo de Avicii hacía acá, decidieron que era muy divertido dejar decir música electrónica y comenzaron a llamarla EDM.  Pues no mis niños, la música electrónica es muchísimo más que lo que dice aquí arribita mamá Wikipedia. No se trata sólo de lo que se baila en el club, en un concierto, en una fiesta o más recientemente en casi todos los medios masivos de comunicación. Créanlo o no, la música electrónica se trata de una cultura, de ciertos valores, no sólo de eso que es cool goeeeey. La fiesta, sí, es parte inherente de los personajes que habitamos la noche. Pero no se trata sólo de eso. Los invitó a leer y a entender el manifiesto raver. Seguramente les dejará más claro que es realmente eso que llamamos música electrónica de verdad:

“Nuestro estado emocional es el extasis, nuestro alimento es el amor , nuestra adicción la tecnología, nuestra religión, la música. Nuestra opción para el futuro es el conocimiento y para nosotros la política no existe.

Nuestra opción social es la utopía . . . aun cuando sabemos que no existirá. Pueden odiarnos o mal entendernos, pueden ser indiferentes a nuestra existencia. Solo esperamos que no se nos juzgue pues nosotros nunca les juzgaremos.

No somos criminales. No somos drogadictos. No estamos desilusionados. No somos niños ingenuos. Somos una entidad masiva, una aldea tribal, global, que supera cualquier ley establecida por el hombre, así como la geografía y el tiempo sí mismo. Somos masivos. Somos Uno solo.

Estamos formados del sonido mismo. del golpe lejano, estrenduoso y distorsionado por el viento que es como el latir del corazón materno que da calma en el vientre, este de concreto, de acero y cableado. y allí, en su lecho cálido y húmedo, en la completa oscuridad, aceptamos que somos todos iguales. No solamente ante la oscuridad, y ante nosotros mismos, sino ante la música que se cierra de golpe en nosotros y que atraviesa nuestras almas: todos somos iguales. Y en algun lugar entre los 35Hz logramos sentir la mano de dios a nuestras espaldas, alentándonos, empujándonos a consolidar nuestras mentes, nuestros cuerpos, y nuestros espíritus. Guiándonos a voltear para juntar las manos con nuestros hermanos y elevarlas, compartiendo la alegría incontrolable que sentimos al crear esta burbuja mágica que puede… al menos por una noche, protegernos de los horrores, los atrocidades y la contaminación del mundo exterior. Y es en este mismísimo instante que cada uno de nosotros nace en verdad.

Nos congregamos en almacenes o edificios abandonados que la sociedad ha desechado y les damos vida por solo una noche. La llenamos con un palpitar vibrante, fuerte y lleno de vida en su forma más pura y más intensa, y en estos espacios intentamos liberar la incertidumbre hacia el futuro que no han podido estabilizar y asegurar para el resto de nosotros. Intentamos hacer a un lado las inhibiciones, liberarnos de los tabúes y las trabas puestas por ustedes para acallar su conciencia y encontrar en ello paz.

Intentamos sobrescribir la programación establecida, con la cual han intentado adoctrinarnos desde el momento mismo en que nacimos. La programación que nos enseño a odiar, que nos enseña a juzgar, que dice que hay que retroceder y esconderse en el agujero más cercano y más conveniente. Esa programación que inclusive nos dice como subir escaleras, saltar a través de aros, correr en laberintos y andar como el hámster sobre la rueda. La programación que nos da de comer en la cuchara de brillante plata con la que intentan alimentarnos en vez de hacerlo con nuestras propias manos. La programación que nos hace cerrar nuestras mentes, en vez de abrirlas por completo.

Hasta que el sol se levante ante nuestros ojos, revelando la realidad del mundo que han cread, bailamos ferozmente con nuestros hermanos y hermanas celebrando nuestra vida, nuestra cultura, y los valores en los que creemos Paz, Amor, Libertad, Tolerancia, Unidad, Armonía, Expresión, Responsabilidad y Respecto.

Nuestro enemigo es la ignorancia. Nuestra arma la información. Nuestro crimen es que romper y desafiar cualquier ley que intente detener nuestra celebración de existencia. Así que sepan que tal ves puedan cerrar una fiesta en cualquier noche en alguna ciudad en cualquier país o continente de este hermoso planeta, más nunca podrán cerrar la celebración entera. Pues no tienen ese poder, no importa qué, La música nunca parará. La voluntad y el latido de este corazón nunca se desmoronara. La fiesta nunca terminará.

Soy un raver, y éste es mi manifiesto.”

La próxima vez que alguien les pregunte que si les gusta el EDM, díganles que no, que lo suyo es la música electrónica

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