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Barcelona Under Attack (Fuente: muzikalia.com)

Es posible que pocos se crean la historia y tomen conciencia de su importancia. Decir que en Barcelona se est?n cerrando salas de concierto a golpe de dedo y por el m?todo conocido como el “porque yo lo digo”, parece surrealista incluso para una ciudad tan guay como Barcelona. Pero por desgracia es verdad.

Y es que hablamos de Barcelona, ciudad moderna, o cool que dicen algunos. Hables con qui?n hables del resto de Espa?a, o incluso de cualquier lugar de Europa, la imagen de Barcelona es la de una ciudad abierta y en la que pasan muchas cosas a nivel cultural. Una ciudad perfecta. Y es tan perfecta que a algunos de sus dirigentes no se les ha ocurrido mejor forma de reperfeccionarla que ponerse a cerrar salas de concierto a diestro y siniestro. Una ciudad sin ‘ruido’, seguro, ser? una ciudad mejor.

Pero olvidan ?stos gobernantes que la m?sica no es ruido, que la m?sica es cultura. Olvidan, por ejemplo, que la sala La Paloma lleva m?s de 100 a?os siendo un referente cultural de nuestra ciudad. Olvidan que por la imprescindible Sala Bikini han pasado algunos de los m?s grandes artistas de los ?ltimos tiempos. Olvidan que la Sala Apolo es un templo en el que muchos artistas de todo el mundo se mueren por tocar. Olvidan que todas las bandas de la ciudad han pasado por el Magic o el Sidecar para curtirse en directo. Y son s?lo ejemplos elegidos al azar. O no.

Y es que a pesar de todo, a los pol?ticos de la ciudad la m?sica “se la suda”. ?Se imaginan a un pol?tico hablando en esos t?rminos tan vulgares y groseros? Pues a m? no me cuesta imagin?rmelo, por lo que me cuentan. Estos se?ores due?os de Barcelona (mucha ciudad, pero con un alcalde que nadie ha elegido) amenazan a las salas con unas formas propias de otras ?pocas y lo peor es que nadie puede hacer nada. Si pasas por el aro, aceptando sus ideas (que no sus leyes, para eso tienen el forro, para pas?rselas por ah?), estupendo, y sino, amenaza de expediente al canto y adi?s a otra sala m?s.

Y no me extra?a que las salas tengan miedo. Levantar la voz puede implicar el cierre, el cierre implica perder dinero y puestos de trabajo, y lo peor para el gran p?blico, implica otro final tr?gico para gente que, como todo buen empresario, lucha por mantener su negocio de manera honrada, pero tambi?n (y eso no deber?amos olvidarlo) para que la cultura musical de la ciudad tenga un nivel respetable.

Posiblemente para algunos la situaci?n no sea tan grave. Y siendo realistas, no lo es tanto. El Palau Sant Jordi seguir? abierto siempre que Shakira, Alejandro Sanz, U2 o David Bisbal quieran organizar un concierto en nuestra ciudad. Y sino, nos quedar? el Estadi Olimpic o el Camp Nou. O el F?rum, si me permiten el gag. Esos conciertos no corren peligro y adem?s dan buena imagen a la ciudad, por tanto, tampoco hay que tirarse de los pelos, ?no?

Pero si eres de los que disfruta tomando una copa y junt?ndote con los amigos con el ?nico fin de descubrir a nuevos grupos cada semana, tu actividad est? en peligro. Las salas de concierto han acabado siendo un delito, y sus due?os, delincuentes. As? de triste nos pintan el panorama los se?ores due?os de la ciudad moderna. Ya no vale con que las salas est?n perfectamente insonorizadas y que legalmente cumplan con todos los requisitos. Ahora tambi?n deben estar al servicio y caprichos de los vecinos, como si un s?lo vecino tuviera m?s derechos que las 10, 100 o 1000 personas que puedan visitar una sala de conciertos.

Por otra parte, no me negar?n lo injusto que resulta culpar a una sala de conciertos de lo que pasa en la calle. ?Alguien ha visto sanciones a salas de teatro, bingos, casinos, … por el ruido que crean sus clientes en la calle? ?Salen todos en silencio sepulcral? ?Al ser negocios socialmente aceptados, los vecinos duermen m?s tranquilos? Estoy seguro que no debe distar mucho del ruido que puedan crear los clientes de una sala de conciertos. Todos queremos el m?ximo respeto para todo el mundo, pero quiz? las amenazas de cierre por motivos no demostrados (denuncias inexistentes, estudios de ruido con menos fiabilidad que el pol?grafo de Telecinco, …)y las formas retr?gradas de actuaci?n est?n fuera de lugar, y ya va siendo hora de que alguien haga algo o al menos de que se sepa la verdad.

Tampoco debemos olvidar que se acercan las elecciones municipales, y los vampirillos caza votos deben hacer su trabajo y quiz? se olviden en unos meses tras la fiebre pasajera preelectoral. Ya saben, el cierre de una sala antes de las urnas provoca la felicidad de unos cuantos vecinos y la sonrisa del pol?tico de turno por el ‘trabajo bien hecho’. L?stima que estamos en 2007, la era de Internet, d?nde todo se sabe y es dif?cil enga?ar al pueblo. No estamos dispuestos a aceptar unas formas totalitarias y unas ideas que cre?amos olvidadas y que pretenden criminalizar algo tan necesario como es la m?sica en vivo.

Quiz? va siendo hora de que hagamos ruido de verdad, al menos, para acallar a aquellos que quieren acabar con nuestro ruido favorito, la m?sica. Y por suerte, hay gente que se est? moviendo para evitar los atropellos con los que hemos sido obsequiados. La ASACC, Associaci? de Sales de Concerts de Catalunya, ha organizado una semana de conciertos para denunciar y dar a conocer los hechos acaecidos en la ciudad perfecta que algunos quieren seguir perfeccionando (aunque los cierres llegan a toda Catalunya, como ha sucedido con la Sala El Cau de Tarragona).

Si la m?sica te importa, no te calles, asiste a ?stos conciertos y cuando llegue la hora de votar, recu?rdales que t? tambi?n votas. Sino, qui?n sabe si ma?ana tendremos que despertar en una ciudad en silencio absoluto, en una ciudad d?nde la m?sica en directo haya sido aniquilada. En una ciudad muerta.