Las imágenes desgarradoras de Ajka, Hungría, aparentan un desastre natural, como el huracán Katrina. Pero no lo son. Esta inundación es el resultado de un derrame mortal de una planta de alúmina, cuyo depósito colapsó.
Según AP, Hungría declaró el estado de emergencia en tres condados, después de que lodos tóxicos rojos “engulleran varios pueblos y quemaralas personas a través de su ropa.” Cuatro personas murieron, seis están desaparecidas y al menos 120 heridas.
Varios cientos de toneladas de yeso se vertieron en el río Marcal para contener los lodos tóxicos y evitar que fluya, según declaró la Dirección Nacional de Gestión de Desastres. Hasta ahora, alrededor de un millón de metros cúbicos de lodos se ha fugado del depósito y afectan a unos 40 kilómetros cuadrados, dijo Zoltan Illes Secretario de Estado de Asuntos Ambientales al cable de noticias estatal MTI.
Illes calificó el vertido de relaves de “catástrofe ecológica” y dijo que el lodo podría llegar a los ríos Raba y Danubio. Se suspendió la actividad en la planta de alúmina y se ordenó a la empresa reparar el depósito de desechos tóxicos mineros dañado.